Visiones de la historia del turismo en Lanzarote es un libro coral que indaga en el pasado para influir en el futuro. Aborda la trayectoria de la principal actividad, negocio o sector en la historia reciente de la Isla, el que explica en lo que se ha convertido hoy Lanzarote. Se trata de un libro editado por el departamento de publicaciones del Cabildo de Lanzarote. 

“El turismo es, en definitiva, un gran negocio, la tabla de salvación de muchas comunidades que han visto en esta actividad la manera de salir de la miseria, aunque el precio a pagar no siempre compense al final”, señala en la introducción la coordinadora del departamento, María José Alonso.

“El turismo ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, una serie de factores combinados han propiciado la imparable expansión de un fenómeno antes reservado a las élites, cuya democratización ha convertido algunas de las más bellas ciudades y de los parajes más exuberantes en simples parques temáticos abarrotados y carentes de toda autenticidad”, añade.

En este sentido, “Lanzarote no ha sido ajena a los devastadores impactos del modelo turístico de masas” pero es una “memorable excepción” entre destinos similares. El modelo impulsado por César Manrique ha diferenciado a la Isla de otros destinos, aunque no haya sido ajena a la masificación, la corrupción, la especulación o la falta de estética.

El libro nace, por tanto, del reconocimiento de que es imprescindible acometer los cambios necesarios para reconducir el modelo turístico a la situación actual y haciendo frente a los nuevos desafíos: conservación del territorio, mantenimiento de la cultura y la historia de la Isla, gestión eficaz de los residuos, energías limpias o los retos desde el punto de vista social.

Por eso el libro, para acometer esta “ingente tarea”, considera que hace falta en primer lugar un conocimiento profundo del proceso de desarrollo. “Con esa idea se ha creado este libro, como una herramienta destinada tanto a los que quieren conocer mejor la historia del turismo en Lanzarote”, que es en definitiva la historia de los últimos cincuenta años de la Isla, como a los profesionales del sector que, de una forma u otra están implicados en el negocio turístico “porque solo desde el consenso y la colaboración podremos avanzar hacia un modelo sostenible que posibilite el mantenimiento de las fuentes de riqueza y prosperidad...”.

Apuesta el libro por un papel preponderante del Cabildo, para que esta institución encabece la estrategia del cuidado de la Isla, junto a la evolución de la industria turística que potencie la cooperación entre lo público y lo privado para lograr iniciativas basadas en el conocimiento adquirido a lo largo de los años, es decir “poner en perspectiva los desafíos actuales, a través de un debate desde la investigación y el análisis de los datos”.

En el primero de los capítulos, el historiador Mario Ferrer hace un recorrido por el turismo en la isla, desde la Antigüedad, con el anhelo por viajar, hasta hoy. Con una nutrida selección de imágenes, aborda desde la cultura aborigen, los antecedentes de la imagen de Canarias en la cultura occidental hasta “el comienzo del sueño turístico”, la creación de la industria, las postales, la modernidad, la creación de los Centros de Arte, Cultura y Turismo y, finalmente, los dos últimos apartados: “Auges y crisis de un destino de masas en la era del selfie”, que desarrolla lo ocurrido entre 1980 y 2023 y el “epílogo viajero” dedicado a la inmigración.

“Lanzarote no ha sido ajena a los devastadores impactos del modelo turístico de masas” pero es una “memorable excepción” entre destinos similares

Miguel Ángel Martín Rosa escribe El impacto social del turismo en Lanzarote. El director del Centro de Datos analiza en su capítulo los distintos impactos que recibe la Isla, como el impacto demográfico, la inmigración, los problemas educativos, la sanidad, el paro, la exclusión social o la vivienda, y todo ello partiendo de los datos que recopila y publica su propio departamento, ya que el turismo ha dejado un gran progreso pero también una serie de impactos y desafíos.

María José Morales, profesora de la Escuela de Turismo de Lanzarote, hace una valoración de las actas de los plenos del Ayuntamiento de Arrecife como precedente del uso del patrimonio cultural como recurso turístico anterior al turismo de masas, entre 1950 y 1972.

El economista Pedro Calero habla de Lanzarote, un destino turístico dependiente de su trayectoria y lo divide en siete fases con el objetivo de “comprender la evolución de Lanzarote” como destino turístico  y conocer qué acontecimientos y decisiones de las tomadas han condicionado la trayectoria que ha seguido la Isla desde los años 50 y 60 hasta su desarrollo, con situaciones de conflictos y bloqueos pero también  con momentos de renovación de esas bases iniciales “con el fin de generar nuevas trayectorias sin poner en cuestión el modelo implantado”.

Y en el último capítulo, Noelia Ramón y Begoña Betancort, también profesoras de la Escuela de Turismo, exponen las tecnologías aplicadas al turismo. Señalan que las nuevas tecnologías ayudarán a que el consumidor pueda satisfacer su demanda, al facilitarle abundante información del producto “como nunca se hubiera imaginado”, aportando, de este modo, “una forma de tangibilidad a un producto intangible por naturaleza”.