El reto de la eólica: se necesitan más de 31 millones para montar los tres parques públicos
Tras una larga batalla judicial, el Gobierno de Canarias ha otorgado a las instituciones públicas de Lanzarote el derecho a instalar tres nuevos parques eólicos. Entre los tres sumarían 23,5 megavatios de potencia. Junto a los otros dos parques autorizados, vinculados a empresas privadas, la Isla contaría con un total de 37 megavatios y podría empezar a recorrer el camino de la sostenibilidad energética. Ahora, menos de un tres por ciento de la energía que se genera en Lanzarote procede de las renovables. La inmensa mayoría se produce en la central diésel de Endesa en Punta Grande.
A través de la empresa Inalsa, propiedad del Consorcio del Agua, formado a su vez por el Cabildo y los siete ayuntamientos, la iniciativa pública puede ejecutar tres parques eólicos: uno en el municipio de Teguise, en las inmediaciones del vertedero de Zonzamas, otro en San Bartolomé, junto a Montaña Mina, y un tercero en Arrecife, cerca de la depuradora y la escombrera municipal, al norte de Argana.
El trayecto para obtener las autorizaciones ha sido tortuoso: el Gobierno de Canarias sacó a concurso en 2007 la instalación de nuevos parques eólicos, los adjudicó en 2009 y, en el caso de Lanzarote, dejó fuera los proyectos avalados por el Cabildo y los ayuntamientos, que recurrieron a los tribunales. La Justicia les dio la razón en marzo de este año y la Consejería regional de Industria ha efectuado una nueva adjudicación, dejando fuera a Endesa, que era la principal beneficiaria del anterior reparto.
Sin embargo, no todo parece que vaya a ser un camino de rosas a partir de ahora. El primer escollo que se tendrá que superar es el de la financiación de los nuevos parques eólicos. Los tres autorizados a la iniciativa pública en la Isla supondrán una inversión superior a los 31 millones de euros, a precios de hace siete años, cuando se presentaron los proyectos.
Cada parque llevaría cuatro aerogeneradores de la marca Enercon, salvo el de Arrecife, al que se le concedió menos potencia de la solicitada. Cada molino, con una torre de 65 metros de altura y tres palas de 32 metros de longitud cada una, cuesta más de 1,8 millones de euros. Inalsa dejó de controlar, desde junio del año pasado, la producción y venta de agua en Lanzarote, privatizada a favor de la empresa madrileña Canal de Isabel II, y en la actualidad carece prácticamente de actividad.
Eso sí, posee el 60 por ciento del parque de Los Valles, que según las últimas cuentas presentadas de forma oficial, en 2009, generaba unos 760.000 euros ‘limpios’ al año. El Consorcio del Agua, del que depende Inalsa, tiene que recibir un canon precisamente por la externalización del suministro de agua. Estas son las posibles vías de financiación más realistas. A una empresa dedicada al sector energético le cabe la opción de tocar a la puerta de los bancos, pero Inalsa tiene el hándicap de haber estado inmersa en un concurso de acreedores por una escalofriante deuda de 50 millones de euros.
En la actualidad menos del 3% de la energía de Lanzarote proviene de las renovables
La otra gran piedra en el camino para el desarrollo de la energía eólica en la Isla es la política del Gobierno español en cuanto a las renovables: los servicios jurídicos del Cabildo han destacado que prepara una orden que asigna una retribución fija sólo a las instalaciones eólicas y fotovoltaicas en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla hasta cubrir un cupo de 450 megavatios. A partir de ahí sería necesario “acudir al mecanismo de subasta, lo que dará lugar a una bajada del precio de la energía eólica”.
El Cabildo lanzaroteño también ha arremetido contra el Gobierno de Canarias porque considera que quiere abrir la mano y conceder de manera directa nuevos parques eólicos, sin necesidad de concurso, lo que perjudicaría a la iniciativa pública. Un interrogante más en el desarrollo de las energías limpias y que la designación de Reserva de Biosfera pase de los folletos turísticos a la realidad.
Dos parques privados en Famara y Femés
El desarrollo de los otros dos parques eólicos autorizados por el Gobierno es una incógnita. Se mantiene de la adjudicación de 2009 uno concedido a Gas Natural, de nueve megavatios y 10 molinos, en la zona de Chimidas, en Teguise, en el borde del Risco de Famara y a 1.325 metros del Parque Natural del Archipiélago Chinijo. La Consejería de Política Territorial lo ha frenado por su “considerable impacto visual”. El Gobierno regional también acaba de otorgar un nuevo parque de 4,5 megavatios y cinco aerogeneradores en Femés. Lo ha hecho a una empresa, Vivir del Aire SL, constituida en 2004 con 3.500 euros de capital.
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