Uno de los cambios significativos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Yaiza, entre el documento de aprobación inicial que se conoció en septiembre de 2012 y el que se ha “corregido” en marzo de 2014, antes de su aprobación definitiva, es que desaparece el campo de golf que el promotor Juan Francisco Rosa quería ejecutar al norte de Playa Blanca.

En el anterior documento se contemplaba un nuevo campo de golf justo al norte de la localidad turística, después de que Rosa pusiera sobre la mesa un convenio urbanístico para su desarrollo a firmar por el Gobierno de Canarias, el Cabildo y el Ayuntamiento sureño.

El planeamiento municipal lo asumía y cambiaba de categoría una gran bolsa de suelo de más de 540.000 metros cuadrados al norte de la Playa Blanca, que pasaba de tener la consideración de suelo rústico de protección territorial a rústico de infraestructuras y equipamientos.

Sin embargo, ese campo de golf ya no se recoge en el Plan General que ha salido a exposición pública este viernes después de que el Gobierno de Canarias introdujera “alteraciones sustanciales” en el documento.

El equipo redactor, encabezado por el urbanista Jorge Coderch, destaca que “el Plan General sí puede habilitar la ejecución de un campo de golf” en virtud de la ley de renovación y modernización turística de Canarias, aprobada por CC y PSOE en mayo del año pasado.

“No obstante”, aclara Coderch, “el documento final” del Plan General que ha salido ahora a exposición pública “excluye dicha previsión de la ordenación propuesta”. Así, “el suelo previsto para campo de golf en el documento de aprobación inicial se ha clasificado como suelo rústico de protección territorial”.

Sin documentación imprescindible

La razón es que Rosa no presentó “en tiempo y forma la documentación solicitada por la Dirección General de Ordenación del Territorio, por lo que se le tiene por decaído en su derecho”.

La Consejería regional de Política Territorial requirió al promotor para que presentara “documentación acreditativa de la identidad, capacidad, legitimación y representación, así como de la propiedad” del suelo “o derechos para suscribir el convenio”.

También se le pidió “certificación administrativa o declaración responsable de no estar incurso en prohibiciones para contratar con la Administración Pública”. “Una vez examinada la documentación presentada se constata que falta documentación”, explica el urbanista que ha elaborado el Plan General en su contestación a las alegaciones.

El promotor presentó alegaciones

El empresario llegó a presentar alegaciones al Plan General para que la parcela rústica donde quería construir el campo de golf, al norte de Playa Blanca, se integrase directamente en la urbanización Costa Papagayo, donde tiene el hotel Princesa Yaiza.

De esta manera, pidió que se clasificase esa bolsa de suelo “como suelo urbanizable ordenado o urbano y no como suelo rústico de protección de infraestructuras y equipamientos”. Decía que reunía “los requisitos legales para su clasificación” y no causaba “perjuicios al interés público”.

Además, Rosa exponía que con ello se conseguía  “clarificar la gestión de los permisos que permitan la ejecución del campo de golf”. En definitiva, solicitaba que sus terrenos rústicos tuvieran “la misma consideración que los terrenos donde se va ejecutar el otro campo de golf” de Playa Blanca, en la urbanización de Montaña Roja.

“No reúne los requisitos legales”

Sin embargo, tal y como detalla el redactor del Plan General, “no se puede acceder a lo solicitado” por Rosa sobre la clasificación de los terrenos como urbanizables o urbanos “al no reunir los requisitos legales”.

“Tampoco es posible equiparar los terrenos” sobre los que quería hacer el campo de golf con los de la urbanización Montaña Roja, que cuentan “con planeamiento de desarrollo” y están “destinados por el Plan Insular a instalaciones deportivas y recreativas”, mientras que los que pretendía Rosa convertir en campo de golf “estaban clasificados como suelo rústico por el vigente Plan General”.