El nuevo presidente de la Audiencia de Las Palmas, Emilio Moya, ha afirmado este lunes que humanizar la Justicia, unificar los criterios de sus salas, incluso con las de Santa Cruz de Tenerife, y celebrar los juicios en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, serán sus grandes retos.

En el discurso que ha pronunciado tras tomar posesión de un cargo al que promete dedicarse en “cuerpo y alma”, Moya ha dicho que buscará el consenso posible para lograr esos objetivos que componen los ejes de su mandato, junto al de aprovechar el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

El nuevo presidente de la Audiencia de Las Palmas ha apelado a una “especial sensibilidad con el justiciable” y también al “sentido común” frente a la “liturgia” en su toma de posesión, en la que también ha demandado al Gobierno canario una solución al problema del acceso al nuevo Palacio de Justicia, que por fin dispone la ciudad tras muchos años de reivindicación.

Moya ha hecho hincapié en que durante su mandato, que ha dicho que durará hasta que el Ministerio de Justicia suprima las audiencias provinciales como recoge la futura Ley de Demarcación y Planta Judicial, está dispuesto a reunirse con todos los operadores jurídicos para avanzar en la unificación de criterios y coordinación de prácticas procesales, con el fin de lograr la efectividad del principio de seguridad jurídica.

El nuevo presidente ha considerado que, para conseguir sus objetivos, los medios materiales de que dispone son adecuados, aunque existan carencias, pues entiende que en lugar de acudir a la “sempiterna cantinela de falta de medios”, se deben valorar y aprovechar los que existen.

Además, ha destacado el esfuerzo inversor de 122 millones de euros en la construcción del nuevo Palacio de Justicia, por lo que ha dicho que no tiene motivo de queja de los medios materiales que ahora dispone la provincia de Las Palmas.

Moya ha subrayado el “capital humano” que dispone la Audiencia, que trabaja “mucho y bien”, pero ha aprovechado para anunciar que reivindicará al Consejo General del Poder Judicial la necesidad de reforzar la plantilla de magistrados de sus secciones civiles y emprender un plan de choque para eliminar la pendencia existente.

En su discurso, el magistrado también ha aludido a los cambios que se están produciendo en el ámbito de la Justicia, de cuyas nuevas leyes se puede obtener aspectos positivos, pese a las discrepancias que mantiene.

Así, ha dicho que de la nueva Ley de Tasas se puede hallar aspectos positivos, si no fuera por las cuantías elevadas que contempla, y porque entiende que la reforma ha sido insuficiente.

No obstante, ha manifestado su “más profundo rechazo” a la eliminación de la dedicación exclusiva de la mayoría de los vocales del CGPJ por haber “dejado limitado al máximo” este órgano y porque entiende que cualquier reforma debe tener en cuenta dos principios básicos: la independencia judicial y la separación de poderes