El Juzgado ordena la salida de los ancianos de las casas de Argana el próximo 30 de julio
El Juzgado de primera instancia número 4 de Arrecife ha ordenado que el próximo 30 de julio el matrimonio de ancianos formado por Sinforiano Lemes y Pilar Callero abandonen la casa construida por los feligreses en Argana para familias sin recursos en la que residen desde 1959.
Las casas fueron vendidas por la Diócesis de Canarias en 2006 a la empresa Juan Antonio Rivera, pero en el contrato, que se desconocía hasta mayo pasado, se estipulaba que tenía que permitir que el matrimonio pudiera seguir utilizando la vivienda hasta su “fallecimiento”.
En el contrato se apuntaba que la empresa también podría “realojarles en otra vivienda de igual calidad y superficie”, igualmente “hasta su fallecimiento”. En cambio, estas condiciones del contrato no han sido tenidas en cuenta en la resolución judicial.
El Juzgado señala que el 30 de julio los ocupantes de la vivienda deben entregar las llaves, mientras que obliga a la empresa a poner a su disposición otra casa “de características similares”, facilitando “la mudanza y el realojo gratuito durante 27 meses”.
Fuentes próximas a los afectados señalan que los citados 27 meses de realojo fueron ofertados por la empresa a comienzos del pasado mes de junio, pero los ancianos rechazaron la propuesta al tener conocimiento de las condiciones del contrato suscrito con la Diócesis.
La diligencia del Juzgado ha sido notificada este viernes al matrimonio de ancianos. Su defensa legal había presentado en el Juzgado el pasado martes una demanda en la que exigía el “cumplimiento estricto” del contrato entre la Diócesis y la empresa.
"No se lo creían y han empezado a llorar de impotencia y rabia"
Andrés Medina, antiguo presidente de la asociación vecinal de Argana, afirmó este viernes que “no se entiende” la decisión del Juzgado estando firmado un contrato con unas “condiciones claras”. “Es una injusticia”, añadió.
Medina, que comunicó la decisión judicial a Sinforiano y Pilar, dijo que “no se lo creían y han empezado a llorar de impotencia y rabia”. Especialmente preocupado se ha mostrado por la “delicada” salud de la anciana, “que ha tenido que acudir al médico”. “La están machacando”, concluyó.
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