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El Charco de los Clicos “está llegando a una situación de extrema saturación”

El Estudio de capacidad de carga en el Parque Natural de Los Volcanes revela que recibe cada año más visitantes que la Cueva de los Verdes o el Mirador del Río

Saúl García 4 COMENTARIOS 08/05/2024 - 08:50

El Cabildo de Lanzarote anunció un proyecto piloto para controlar y limitar los accesos al Volcán del Cuervo y a Caldera Blanca, que se han convertido en dos de las excursiones preferidas por los visitantes de la Isla. De momento se ha anunciado un sistema de vigilancia y un control de acceso para limitar el número de visitantes. En una segunda fase está previsto fijar una tasa por la visita y un sistema de reserva, y en la tercera fase se eliminarían los aparcamientos en esos dos lugares y se pondrá en marcha un aparcamiento en Mancha Blanca, con servicio de guaguas para trasladarse a ambas excursiones. Es una solución similar a la que viene solicitando desde hace años el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, para acceder al Parque Nacional de Timanfaya. Las medidas, según anunció el consejero de Medio Ambiente del Cabildo, Samuel Martín, podrían extenderse a otras zonas sensibles del Parque Natural de los Volcanes o incluso de otras zonas de la Isla.

Estas medidas son la consecuencia directa del Estudio de capacidad de acogida en ámbitos con alta intensidad de uso en el Parque Natural de Los Volcanes, realizado por Gesplan. El estudio tiene varios tiempos: trabajo de campo, diagnóstico, estudio de la capacidad de acogida y, finalmente, las propuestas de actuación y las medidas de gestión. El trabajo de campo se llevó a cabo en dos fases. La primera en mayo de 2023 y la segunda en agosto de ese mismo año, y en cuatro lugares: Caldera Blanca, Charco de los Clicos, Volcán del Cuervo junto con Montaña Colorada y Montaña Los Rodeos y La Rilla. Se contabilizó el número de visitantes y de vehículos y se llevaron a cabo encuestas en esos lugares para conocer el tipo de visitantes, sus motivaciones y su comportamiento, entre otras cuestiones.

De forma genérica, entre los motivos del ‘éxito’ de estos lugares naturales se encuentran sus características: se trata de senderos asequibles para todo tipo de personas, trayectos cortos y accesibles y sobre los que hay “un efecto llamada” por las producciones audiovisuales que se han grabado en estos lugares y las redes sociales. También, desde el fin de la pandemia, se ha notado un cambio en el comportamiento de los turistas, y ahora acuden a otros lugares de interés en la naturaleza distintos a las playas. 

Según las respuestas ofrecidas por los turistas, respecto al Charco, uno de cada cuatro dice que “había muchas personas”

Que hay mucha gente está claro: “A grandes rasgos se observa consenso en la percepción de la situación de masificación y en los efectos o impactos que acarreen”, señala el estudio. Los aparcamientos habilitados en esos lugares están saturados y se producen algunas conductas inapropiadas por parte de los visitantes respecto a los valores del entorno. En esa cuestión también parece haber consenso. El estudio refleja que la mayor parte de las personas entrevistadas concluye que falta información y concienciación sobre los valores ambientales de los cuatro lugares. Hay un “consenso” en que una de las raíces de los problemas es la falta de información: faltan paneles informativos, no se conocen cuáles son los usos permitidos, algunos senderos no están bien señalizados, no hay suficientes agentes de medio ambiente y, en general, se desconoce el valor natural del lugar.

La mayoría de los visitantes, casi un tercio, llega a estos espacios por recomendación. El segundo motivo son los blogs y canales de viaje en redes sociales. Dos de cada tres visitantes del Parque Natural se alojan en alguna de las tres zonas turísticas de la Isla: Puerto del Carmen, Playa Blanca y Costa Teguise. El 95 por ciento llega en vehículo particular o en coche de alquiler, la gran mayoría. Ese porcentaje solo baja en el Charco de los Clicos, hasta el 92 por ciento porque es el único de esos cuatro lugares al que llegan excursiones en guagua. La mitad de los visitantes de los espacios son parejas, seguidos de familias y de grupos de amigos. En el caso de las familias, el número se incrementa mucho más en verano. 

La duración de las visitas varía. Es de menos de una hora en el Charco de los Clicos y puede llegar a una media de tres horas en Caldera Blanca. En el Volcán del Cuervo, ocho de cada diez visitantes dedican entre una y dos horas a la visita.

Visitantes

El Volcán del Cuervo recibe unos 221 vehículos por día y la mayor parte de los visitantes se concentra en una pequeña franja horaria. En el conteo del mes de mayo fueron 120 visitantes menos en esa ruta. Sin embargo, la cifra por hora ideal, según el estudio, se limitaría a 46 visitantes y para alcanzar esa limitación efectiva sería imprescindible el control del acceso.

Montaña Colorada la visitan menos de cien personas al día. Tampoco hay una gran masificación en el sendero de Los Rodeos, con entre 61 y 33 visitantes en las dos campañas realizadas, y la mayoría pertenecientes a excursiones de empresas de turismo activo. En Caldera Blanca, sin embargo, la media de visitantes fue de 100 en mayo y de 96 en agosto. Es el sendero más largo, va menos gente y en verano menos aún, por el calor. La capacidad de carga del espacio se establece en 449 por día y 38 por hora. Tanto en este espacio como en el Volcán del Cuervo se pretende distribuir el número de visitantes a lo largo de unas 12 horas al día.

En verano, como es parada habitual de las excursiones guiadas en guagua, se aumenta hasta un 125% la afluencia

En el Charco de los Clicos se contabilizaron 1.106 personas en mayo y 2.494 en agosto. Este lugar, en el municipio de Yaiza, agrupa entre el 67 y el 71 por ciento de todos los visitantes del Parque y recibe además el mayor peso de la estacionalidad. También es el lugar al que acuden más visitantes repetidores, que ya han estado en más de una ocasión.

Según las respuestas ofrecidas por los turistas, respecto al Charco, uno de cada cuatro dice que “había muchas personas” y de esas el 38 por ciento asegura que había más personas de las que el lugar puede acoger. La mitad responde que “han estado muy cerca unas de otras”.

“Los resultados obtenidos respecto a la percepción de masificación ponen de manifiesto que el ámbito del Charco de los Clicos está llegando a una situación de extrema saturación, que va en detrimento de la calidad de la experiencia”, dice el estudio, que considera que existe en este lugar un verdadero problema de saturación que es necesario regular para evitar su degradación. En verano, como es parada habitual de las excursiones guiadas en guagua, se aumenta hasta un 125 por ciento la afluencia. Un 54 por ciento de los encuestados estaría dispuesto a pagar por realizar la visita a los Clicos con menos gente.

En el Volcán del Cuervo esa percepción de saturación es menor, pero “no deja de ser relevante que un 13 por ciento de los que consideran que había muchas personas, afirman que “había más gente de la que el lugar puede acoger” y que “las visitas deberían estar restringidas”. Un 43 por ciento responde que pagaría por hacer la visita con menor afluencia de público.

Valoración

Según las encuestas, la limpieza es valorada positivamente en todos los ámbitos, igual que las carreteras de acceso, cuya valoración es óptima. Respecto a los senderos ya difiere más la opinión en función de por cuál se pregunte. El de Caldera Blanca es el peor valorado e incluso el sendero que sube a la cima está en mal estado. El segundo peor valorado es el del Charco de los Clicos porque presenta obstáculos para personas con movilidad reducida.

La señalética es de los elementos peor valorados. Existe escasez de señalética en todos los ámbitos del estudio. Caldera Blanca es el peor valorado en ese sentido porque en algunas ocasiones resulta confuso tomar la dirección correcta en los cruces de caminos. En los Clicos no hay paneles informativos sobre el lugar que se visita.

Respecto a los aparcamientos, no hay una mala valoración, aunque el de Caldera Blanca, que es el que menos coches admite, es el peor valorado. Por otra parte, el cien por cien de los encuestados que visitan estos cuatro lugares del Parque Natural de los Volcanes dicen que su grado de satisfacción por la visita es “muy alto”.

Un 54% de los encuestados estaría dispuesto a pagar por realizar la visita a los Clicos con menos gente

En cuanto al sendero de Los Rodeos y La Rilla, el Cabildo instaló una barrera para impedir el paso de coches. Lo hizo después de la primera campaña de mayo para impedir que aparcaran esos vehículos en el interior del sendero. Según señala el estudio, la barrera ha sido una iniciativa positiva para evitar la degradación de las formaciones geológicas aunque muchos vehículos siguen adentrándose para aparcar en los laterales, junto a la barrera. En cualquier caso, el bajo número de visitantes a este sendero es un elemento a favor para preservar la zona.

En cuanto al Volcán del Cuervo, se ha comprobado que dentro de la Caldera no se respeta la delimitación y hay muchas personas deambulando por la zona en busca de una mejor panorámica para hacer fotos. Respecto al aparcamiento, su principal problema en las horas punta es que se colmata y aparecen el resto de coches en zonas no habilitadas. Además de coches de alquiler, también hay buggies e incluso alguna guagua con escolares que acuden por un programa de educación ambiental. Casi todas las visitas se concentran por la mañana. Entre los problemas detectados: salirse del sendero, residuos que se dispersan por el viento o acopio de piedras por los visitantes, entre otras cosas.

En general, según el estudio, “las cifras de visitantes diarias son altas y pueden repercutir negativamente en el medio”. Sin embargo, en el caso de Caldera Blanca, Los Rodeos y La Rilla, el número de visitantes es razonable y sus valores naturales “no se encuentran amenazados por un exceso de la actividad turística recreativa o deportiva”.

El Cuervo y los Clicos, no obstante, son los ámbitos más masificados donde se pone de manifiesto la sobrecarga a la que están sometidos a diario, especialmente el Charco, que se encuentra muy por encima de su volumen idóneo de visitantes al día, que sería de unos 600 menos que ahora. Podría albergar unos 1.900 al día. Ahora mismo, con una media de unas 2.500 personas al día, lo visitan cada año cerca de 700.000, lo que supone una cifra mayor que la de la afluencia de la Cueva de los Verdes o el Mirador del Río.

En el Volcán del Cuervo, la media es de unas 466 personas al día (170.000 al año). Respecto al número total, el estudio considera que incluso estaría por debajo de la capacidad de carga diaria, en función de una serie de cálculos realizados, pero el problema en este espacio es la concentración de casi todos los visitantes en una pequeña franja horaria, donde hay una media de 182 personas a la hora cuando debería haber cien personas menos.

Comentarios

Es sólo una muestra de cómo está toda la isla de Lanzarote. Saturadas las carreteras, los servicios de urgencias, los CACT, el aeropuerto...
Sigan así cuando no venga nadie van a cobrar del para de tanto criticar el turismos y no haiga trabajo se pondrá a llorar en las esquinas porque no hay ni tierra ni para cultivar y no hay pesca haber de que vamos a vivir
Pues tienen que dejar sitio a los neoyorkinos. Oswaldi habló con ellos personalmente y van a venir.
Da pena y sentimiento ver todo ese entorno día si y otro también masificado y muy sucio. Lanzan colillas, basura y se saltan el sendero sin importar demasiado la acotación del mismo. No hay orden..y si no se empieza a multar seriamente por tirar basura y no respetar el.espacio en toda la.isla, pronto no vendrán nadie porque Lanzarote cada vez se parece a un vertedero incontrolable. Pintan piedras, expolian materiales naturales..conchas, arena, piedras, hacen monolitos, degradan suelos arenados, en fin.....que para los que viven aquí y los que vengan MULTAS sea gente que vive aquí como los que nos visitan ESA ES LA SOLUCIÓN

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