El camino musical de Lucas de Mulder
El guitarrista lanzaroteño se abre paso en su carrera musical en solitario con un sonido entre el funk y el groove instrumental y con colaboraciones con otros artistas y estilos
Lucas de Mulder (Madrid, 1990) llegó a Lanzarote con menos de dos años. Cambió de lugar pero no de escenario, porque nació y llegó con la música puesta. Su madre, Alicia García, es profesora de canto en el Conservatorio insular de Lanzarote y su padre, Juan Carlos de Mulder, es especialista de instrumentos de cuerda pulsada del barroco y renacimiento.
Dice que en casa escuchaba música clásica y barroca, pero también latinoamericana y mucho jazz. Como músico, empezó por la guitarra clásica en el Centro de Enseñanzas Musicales de Lanzarote, pero en cuanto Miguel Calzadilla impulsó el Aula de Música Moderna le picó el gusanillo del jazz, el funk o el blues, y eligió transitar su destino musical por otro camino.
Al terminar el instituto se fue a Madrid. Comenzó a estudiar Comunicación Audiovisual pero lo dejó y entró en el Conservatorio Profesional Adolfo Salazar y, más tarde, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde se graduó en 2014 en guitarra clásica, aunque de forma paralela siguió aprendiendo con la guitarra eléctrica.
“La música clásica te da una base base fuerte, la lectura, el lenguaje musical, entender la música como si hablaras un idioma, pero después seguí por mi cuenta, con profesores particulares y tocando lo que me gustaba”, explica.
“Un profesor me dijo que la información está en los discos: si te gusta algo intenta copiarlo, que suena feo, pero se trata de tocarlo a tu manera y quedarte con la parte de esa música que funciona contigo”, explica.
También destaca que en Lanzarote, con 14 o 15 años, aprendió mucho de El Pirata, el guitarrista de Galliot. “Me enseñó un montón y guardo muy buen recuerdo”, dice.
Al mismo tiempo que intentaba abrirse su propio camino en la música, impartía clases. “Ganarse la vida con la música, en general, es algo que puedes intentar unos años, pero la gente se cansa porque arrancar es súper complicado, que te conozcan, que consigas un buen caché...”, explica. “Al principio tienes que aceptar cualquier cosa porque si quieres ser músico tienes que dejarte ver, que te conozcan, saber relacionarte, eso también es importante”.
Pero se fue abriendo camino y dejó las clases, que no era lo que más le gustaba “y al final es otro trabajo más”. Desde hace diez años organiza una jam session en un local del centro de Madrid, El Intruso. “Cuando empezamos, los martes, no venía nadie, ahora es un sitio que está petado todos los martes. Van músicos que están empezando, o que están en Madrid de gira o trabajan en musicales y terminan de trabajar y se pasan por allí... Es un encuentro de músicos y pasan cosas”.
En 2019 Eddie Roberts le invitó a que fuera a Denver a grabar su primer disco
Una de esas cosas que pasaron fue que conoció en una sesión a Eddie Roberts, guitarrista de The New Mastersounds, una de sus bandas favoritas, que estaba de gira con otra formación, Matador Soul Sounds. Era el año 2019. Roberts le invitó a que fuera a Denver a grabar, y de ahí nació su primer álbum. “Era una oportunidad única porque se trataba de grabar un disco con los músicos que admiraba”. De ahí surgió una relación que perdura. En el AEV Trainning de este año, de Arrecife en Vivo, De Mulder tocó en el Islote de Fermina junto al batería y al teclista de esa banda.
Estilo
El estilo de música que hace De Mulder se puede situar entre el funk y el groove instrumental, con influencias de músicos como Grant Green, Ernest Ranglin, Boogaloo Joe Jones, Pat Martino, Gábor Szabó, Charlie Hunter, David T. Walker o John Scofield. No está muy extendido en España. “Estoy un poco solo en ese estilo, como en el medio de todo, porque tengo influencias del soul, del jazz o del blues, pero no es exactamente eso”, dice.
El estilo de música que hace se puede situar entre el funk y el groove instrumental
La desventaja de lo inhabitual se convierte en la ventaja de los pioneros, de la misma manera que el hándicap de que en su formación más habitual no lleve cantante, y en alguna salas no quieren programar música instrumental, se convierte en ventaja para tocar en cualquier sitio sin la frontera del idioma.
De hecho, ahora suele tocar bastante en Reino Unido, en salas o festivales, igual que en España, donde también acompaña a cantautores “porque la música pop siempre te abre puertas”, como con Sara Sístole y otras colaboraciones con The Sweet Vandals, María Yfeu o Bambikina, entre otros. “Digamos que ahora estoy apostando un poco por mi carrera como solista o como músico”, dice el guitarrista lanzaroteño.
Su debut ‘Feel the Spirit’, con el sello americano Color Red, en 2023 entró en el Billboard de Estados Unidos en el apartado de álbumes de jazz contemporáneo. Ahora saca su segundo disco, ‘New Land’, que grabó en una casa en Salanancan, en lugar de encerrarse en un gran estudio, para trabajar con silencio, aire y acústica natural.
Lo presentará en diciembre en el Café Berlín de Madrid, con trío minimalista, junto a Diego Portugal (bajo) y Joe Sturges (batería). De Mulder tiene 44.000 oyentes mensuales y más de 2,5 millones de reproducciones en Spotify.















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