Cinco directivos de la Sociedad Democracia de Arrecife han dimitido de sus cargos con fuertes críticas al presidente, Lorenzo Lemaur, por su “forma de dirigir” la entidad y su “falta evidente de transparencia.

Los cargos que han dimitido, con burofax remitido a Lemaur, son el vicepresidente, Fernando Luis Morales Riverol, la tesorera, María del Carmen Morales Betancort, y los vocales Santiago Torres de la Fe, María de los Milagros Martín Elvira y Gabriel Barrios Rodríguez.

En el citado burofax destacan su “divergencia” con Lemaur y destacan que les resulta “imposible seguir desempeñando” sus cargos, máxime cuando saben que “existe un malestar generalizado por parte de los socios sobre las formas en que desarrolla sus funciones”.

Además, acusan al presidente de la Democracia de “usurpar” las atribuciones de la junta directiva “respecto a la celebración de actividades” o “disponibilidad de locales”, dando Lemaur su autorización “personalmente”, sin acuerdo expreso de la junta.

“Bloquea y lleva personalmente las atribuciones de la tesorera” y “no ha sido capaz de presentar a la directiva un cierre de cuentas exacto partiendo desde que comenzó el mandato de esa directiva, con la finalidad de confeccionar las memorias, cuentas, inventarios, balances y presupuestos de la Sociedad y así poder debatir, estudiar y aprobar las posibles soluciones económicas” para la entidad, añaden.

En ese sentido, los miembros de la dirección de la Democracia insisten en que Lemaur “tiene secuestradas las funciones de la junta directiva”, a la que “no lleva” las cuentas anuales y el presupuesto del año en curso para su aprobación.

Según los miembros de la directiva que han dimitido, el pasado 10 de mayo Lemaur informó a los socios de la situación económica de la entidad, haciéndose eco de un “supuesto riesgo de embargo”. “Informe a los socios la verdad”, reiteran, al tiempo que destacan que de los ocho miembros de la directiva quedan Lemaur y otra persona, a la que dicen no conocer.

“Se ha quedado usted sin directiva”, subrayan los miembros que han renunciado a sus cargos, que reclaman una gestora que se haga cargo de la administración de la Democracia hasta que se celebren elecciones, que consideran que se deben de celebrar cuanto antes.