El 21 de marzo de 2005 es una fecha marcada en la historia de Diario de Lanzarote. Aquella jornada se lanzaba este periódico digital a la Red. No surgía de la nada sino como un intento de asentar un proyecto informativo independiente y con espíritu crítico que había dado sus primeros pasos bajo la cabecera Siroco, una publicación quincenal en la que se abordaron temas ya entonces candentes, como el riesgo de las prospecciones petrolíferas en aguas próximas a las Islas, el deterioro del medio ambiente y la presión sobre el territorio, o la gestión de las instituciones públicas, antesala de los casos de corrupción que estallarían pocos años después.

Justo cuando se cumplen 20 años de aquel lanzamiento, el alcance del proyecto ha sido, honestamente, mucho mayor de lo que ingenuamente podíamos esperar cuando lo pusimos en marcha. Al periódico digital Diario de Lanzarote se sumó, en enero de 2013, la edición en papel. En octubre de 2016 abrimos Diario de Fuerteventura, con edición digital e impresa. Y, como complemento informativo a ambas cabeceras, editamos también Diario de Canarias.

Estas dos décadas han sido un viaje lleno de experiencias, con momentos muy complicados pero también con satisfacciones. En este tiempo el mundo ha cambiado y los canales a través de los que la ciudadanía recibe información también se han transformado. La revolución tecnológica ha sido evidente, desde la irrupción de las redes sociales a la Inteligencia Artificial, lo que no quiere decir que el cambio haya sido, en todos los aspectos, a mejor.

En un tiempo marcado por un ecosistema digital propicio para que se diseminen noticias falsas y bulos, y donde la construcción de relatos pretende sustituir al canon de veracidad, es probablemente cuando más necesarios son los medios de comunicación y más se requiere que ejerzan su papel en la sociedad de la forma más responsable.

Creemos en la pluralidad informativa y en la diversidad de líneas editoriales y enfoques. Para que nos conozcan un poco mejor, estos son algunos de nuestros principios:

Lo importante es el detalle. Resulta imposible sintetizar en un artículo lo que ha sucedido en Lanzarote en estos 20 años. Casos de corrupción, explosión turística, impactos en el territorio, precarización de las condiciones de vida de gran parte de la población… En Diario de Lanzarote tratamos de ponerle rostro a los hechos que se convierten en noticia, mostrar la cara de los problemas, informar ofreciendo los detalles y evitar, específicamente, el trazo grueso. En suma, explicar los fenómenos que modelan la sociedad. El escritor y periodista Juan Cruz suele citar, cuando reflexiona sobre este oficio, las palabras de Eugenio Scalfari, quien fuera fundador del periódico italiano La Repubblica: “Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente”. La sentencia sigue siendo una buena brújula con la que orientarse.

Espíritu crítico. Cuando se publicó el primer número de Siroco, decíamos que nacía “con la intención de ayudar, desde su modesta posición, a la conformación de una ciudadanía crítica y libre”. Seguimos creyendo que es necesario mantener una actitud crítica para el progreso de la sociedad. Esto no significa, ni mucho menos, desacreditar gratuitamente y por sistema. Para este periódico, representa obtener información relevante, si puede ser antes que el resto de medios, y publicar los detalles.

Pese a la exigencia legal de transparencia en las instituciones públicas, la práctica diaria es bien distinta. Asistimos a un exceso de comunicación política, vacía de contenido en la mayoría de las ocasiones, en las que el responsable público se sobreexpone en las redes sociales como si se tratase de un Gran Hermano prefabricado y enlatado, pero donde los pormenores de sus acciones y decisiones pasan desapercibidos o directamente se ocultan. El papel del periódico es desenterrar esas informaciones y darlas a conocer.

El problema de las redes. Durante mucho tiempo, las redes sociales han tenido una función importante para amplificar las informaciones y ensanchar la audiencia. Y han servido para que sus usuarios se puedan expresar sin intermediarios. La degeneración de su papel inicial es conocida: por un lado, por la polarización y crispación, y, por otro, por la vacuidad elevada a forma de vida.

En Diario seguimos entendiendo que las redes pueden ser aliadas para trasladar nuestro trabajo a quienes lo leen e interactúan con él, con sus opiniones y aportaciones. Pero, en ningún caso, vamos a convertirnos en rehenes de las redes sociales, ni a importar el sensacionalismo que tan bien funciona en ese ámbito, ni a convertir en noticia hechos o personajes de escasa o nula relevancia.

La vigencia del papel. Desde hace años se teoriza sobre la extinción de la prensa en papel. Los datos a escala global corroboran su paulatino declive. Quizás no tengan sentido ya ediciones diarias para publicar noticias que el lector ha leído el día anterior en la prensa digital. La clave no es el formato, es el contenido. Por eso, en Diario de Lanzarote y Diario de Fuerteventura nos esforzamos por ofrecer temas propios, que no se hayan publicado antes, o las claves -otra vez, los detalles- de asuntos que estén de actualidad.

Mantener las ediciones en papel no es un mero acto de romanticismo. Diario es un medio nativo digital que se abrió al papel para aumentar su audiencia y llegar a las mayores capas de la población posibles, pero también porque las ediciones impresas nos permiten trabajar en historias que encuentran su mejor acomodo en la página física y en la tinta, sin la tormenta de distracciones que son los dispositivos móviles. El periódico en papel es el medio idóneo también para practicar un periodismo de cercanía, que es uno de nuestros objetivos, hace 20 años y ahora.