El Tribunal del Jurado ha decidido condenar a tres años de prisión a Cesáreo García por la muerte de Araceli Araujo en Arrecife en febrero de 2015. La sentencia considera que García es autor de un delito de "lesiones agravadas en concurso ideal con un delito de homicidio por imprudencia grave, con la concurrencia de la circunstancia eximente incompleta de legítima defensa". Además deberá indemnizar con 90.000 euros a los hijos de la fallecida.

Según recoge la sentencia, Cesáreo se trasladó desde Tenerife hasta Arrecife para ver a Araceli, quien le recogió en el aeropuerto. Una vez en la vivienda de ella se produjo una discusión y Araceli agredió a Cesáreo en la espalda con un cuchillo de cocina de 28 centímetros de longitud.

La mujer agredió a Cesáreo, según la sentencia, cuando éste "se encontraba fumando en la ventana del salón mirando hacia la calle y con premeditación, de forma sorpresiva para el acusado y con absoluta intención de quitarle la vida le apuñaló por la espalda, sin posibilidad de evitarlo por parte de Cesáreo". Después se produjo un forcejeo en el que Araceli mordió a Cesáreo en el brazo.

"En el transcurso de dicho forcejeo el acusado le clavó el cuchillo a la fallecida, una única vez, sin intención de causarle la muerte, únicamente para defenderse y quitársela de encima para poder huir, ya que la situación le produjo un estado de miedo y terror debido a que la fallecida lo había intentado matar, tratándose de una reacción desproporcionada y excesiva al haber podido el acusado evitar que Araceli volviera a agredirle ocasionando un mal menos grave", señala el fallo. La mujer falleció en el descansillo de la vivienda pocos minutos después.

El Jurado descarta que el agresor causara la muerte a la víctima de forma consciente y deliberada

Tras la agresión, Cesáreo García, que se encuentra en prisión provisional, recogió sus pertenencias y abandonó el lugar, cuando ya el cuerpo de Araceli yacía en el descansillo. "El acusado tras la agresión, sin mostrar signo alguno de arrepentimiento, ni avisar a las autoridades competentes, recogió sus pertenencias y abandonó la vivienda e, incluso, regresa al lugar de los hechos puesto que se había olvidado su bastón, esquivando el cuerpo sin vida de Araceli, que yacía en la puerta de la vivienda", añade la sentencia.

Tras salir del edificio entró en un bar para tomar una ginebra con agua y se dirigió al aeropuerto de Guacimeta con el objetivo de regresar a Tenerife. Fue detenido en el aeropuerto cuando intentaba embarcar con la ropa llena de sangre.

Cesáreo volvió porque “se había olvidado su bastón, esquivando el cuerpo sin vida de Araceli, que yacía en la puerta de la vivienda”

La sentencia señala que el Jurado descarta "la posibilidad de que Cesáreo causara la muerte a Araceli de forma consciente y deliberada, descartando también un posible dolo eventual en su conducta al considerar igualmente no probado, por mayoría de seis votos a tres, que el acusado fuera consciente de que, con su conducta, dicha muerte se iba a producir".

"Por el contrario- continúa- declara probado por mayoría de seis votos a tres,  que la agresión se produjo sin voluntad de causar la muerte de Araceli y así lo ha considerado el jurado seleccionado para el enjuiciamiento de esta causa que, tras examinar el conjunto de la prueba practicada en el plenario, con amplitud y precisión, expuso los elementos de convicción que le llevaron a efectuar las declaraciones contenidas en el acta de votación", concluye la sentencia.