El diputado por las islas de Lanzarote y la Graciosa de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) y presidente insular de la formación, Yoné Caraballo, expresó en la Cámara autonómica su deseo de ver "algún día" una Arrecife más verde y sostenible que genere bienestar y salud a sus vecinos. 

A colación de una Proposición No de Ley para incrementar y desarrollar zonas verdes en los municipios de Canarias como estrategia de lucha y adaptación al cambio climático, Caraballo señaló que "en las grandes capitales de canarias el trabajo en adaptación y mitigación al cambio climático es notable; pero en lo que se refiere a Arrecife, con 70.000 habitantes, estas políticas son prácticamente inexistentes debido a la falta de visión que han mantenido los dirigentes políticos, más centrados en el piche y el cemento que en el bienestar y salud de sus vecinos".

El diputado canarista quiso mencionar la visión utópica que tuvo el exalcalde de Arrecife, el socialista José María Espino, al ser un dirigente que en la década de 1980 apostó por las zonas verdes, especialmente la Rambla Medular, convertida hoy en la única artería verde de la capital lanzaroteña. "En el 2024 no existe en la ciudad de Arrecife otro espacio más peatonal y verde que la Rambla Medular, y eso es gracias a la valentía de políticos como José María Espino que indicó el camino que debe trazar la capital para poner al peatón como protagonista de la ciudad y hacer frente al cada vez más evidente cambio climático", mantuvo Yoné Caraballo.

Este reconocimiento a la valentía de José María Espino se contrapuso a la crítica a los actuales dirigentes municipales como el alcalde de Arrecife, el conservador Jonathan de León, y el teniente de alcalde Echedey Eugenio, que en palabras de Caraballo "es lamentable que sus políticas sean presumir día tras día arriba del piche con un chaleco amarillo", una imagen, prosigue el diputado, "que da cuenta de que la juventud política no va ligada a nuevos modelos de ciudad, sino en este caso, a más de lo mismo".

De la misma manera, ha vuelvo a poner como ejemplo la falta de visión en la planificación urbana de los barrios de Arrecife, concretamente del barrio de Argana Alta, que en la remodelación de la calle Tenderete ha carecido de una transformación viaria sostenible y amable, con carriles bici y arbolado.

Con todo, desde NC-bc se propuso la implementación en las ciudades canarias de los denominados "jardines verticales", que mejoran el aspecto de la arquitectura urbana y reduce el impacto que provoca encontrarse frente a un mar de cemento. Según Yoné Caraballo, "dedicar una parte de la construcción de un edificio a la creación de un ecosistema vertical permite lanzar un mensaje de responsabilidad con el medio ambiente. En el caso de edificios residenciales, también permite a los propietarios conectar con la naturaleza y respirar en un entorno más sano".

"Muchos son los beneficios de estos jardines verticales, como es el descenso de la temperatura interior de los edificios en verano; disminuye el riesgo de inundaciones (las plantas retienen el agua de la lluvia); rebajan los niveles de polvo en el ambiente sobre todo aquí en Canarias, donde sufrimos numerosos episodios de calima; incrementa los niveles de oxígeno y la calidad del aire; y además, aísla la contaminación acústica", argumenta Caraballo, que considera necesario "ir a ciudades con barrios cada vez más verdes, que garanticen a los ciudadanos el derecho a un entorno urbano más resiliente que fomente su desarrollo tanto personal como económico, y mejore su salud y bienestar".