El parlamentario y presidente insular de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) en Lanzarote y La Graciosa, Yoné Caraballo, ha querido salir al paso de los “anuncios grandilocuentes de algunos dirigentes de las derechas de CC y PP en Arrecife”, que ponían en valor la entrada de hasta tres gasolineras “low cost” en la capital y anunciaban que el precio del combustible en la Isla “bajaría considerablemente”.

Para el diputado, “la satisfacción de los partidos conservadores por la entrada de este tipo de gasolineras en Arrecife tiene como objetivo desviar el foco del rechazo por parte del Gobierno de Canarias y del PP y CC a la posibilidad de que Lanzarote y Fuerteventura se vean beneficiadas, como ya lo hacen las Islas Verdes, de la bonificación de 20 céntimos al combustible”.

“Un hecho”, prosigue el canarista, “que evidencia que no están dispuestos a cumplir con la palabra dada a los ciudadanos de las Islas Amarillas, sino más bien confundir y ganar tiempo”.

Según Caraballo, “el PP y CC parecen publicistas de estas petroleras que se instalan en la Isla porque ven un negocio rentable en su margen de costes y beneficios”. “El combustible está tan caro que pueden permitirse ajustar precios a costa de no ofrecer otros servicios o de no generar empleo directo”, añade.

“Pero la verdad”, dice Caraballo, “es que el precio en comparación con las islas de Gran Canaria y Tenerife seguirá siendo más alto y no aliviará el bolsillo de los residentes de Lanzarote”.

Es por ello por lo que Yoné Caraballo seguirá exigiendo al Gobierno de Canarias un “trato justo” para Lanzarote y Fuerteventura en relación con los costes de vida que tienen que sufrir los ciudadanos de ambas islas, y que se extiendan las bonificaciones públicas que ya están implementadas en las islas occidentales de El Hierro, La Gomera y La Palma.

Es más, el diputado considera que la totalidad de la población de La Palma se está beneficiando del 60 por ciento de reducción del IRPF independientemente de si fue o no afectado por el volcán, un hecho, señala, “que incide más si cabe en la desigualdad que el gobierno de CC y PP está llevando a cabo entre islas, y que ya se está planteando extender incluso a la isla de La Gomera”.

Por su parte, la portavoz de NC-bc en la capital, Sheila Guillén, lamenta que “la única política económica que defiende el grupo de gobierno de la capital sea contar cuantas gasolineras se abren y cuanto asfalto ponen”.

Para Guillén, “este grupo de gobierno se congratula de una política económica de licencia fácil carente de planificación”. “Deja vía libre a que sean los especuladores y las grandes cadenas empresariales las que ordenen urbanística y comercialmente Arrecife en detrimento del propio bien general de los ciudadanos y los comercios locales y de cercanía”, critica.

Prosigue la canarista que “tanto CC como el PP niegan el derecho a los comerciantes locales de sobrevivir y ofrecer a los clientes servicios cercanos y de calidad, además de impulsar el emprendimiento, diversificar la economía y generar actividad en zonas alternativas como los barrios”.

Además, también señala que “la actitud de los partidos conservadores de utilizar cada rincón de suelo de Arrecife para construir gasolineras u otras infraestructuras que no vayan dirigidas a poner al peatón como protagonista de la ciudad, hace que se esté negando la posibilidad de impulsar la economía hasta un 300 por cien, dado que está demostrado que las ciudades que han mejorado la movilidad adaptándose a las bicicletas y al caminar ha existido un retorno de la inversión de 11 euros por cada euro invertido”.

Mantiene Guillén que los estudios señalan que “cuanto menos conduzca la gente, más dinero tendrá disponible para gastar localmente; mejora su salud física; hace que la gente sea más feliz; reduce el tráfico y la contaminación; hace que los barrios cobren vitalidad y sentido de pertenencia; y genera inclusión social”.

“Me apena que en una radio de un kilómetro existan cuatro gasolineras y ningún espacio verde, de recreo o de respiro. El PP y CC están dando una señal clara de qué ciudad quieren, una en la que prevalezca el piche, los coches y el consumismo fácil y rápido. En definitiva, una ciudad para salir en coche, comprar y volver a encerrarte a tu casa”, sentencia Sheila Guillén.