Los vecinos ya están hartos y han acordado presentar una reclamación conjunta porque hay dos cosas en el servicio de agua de Canal Gestión que lo hacen “insoportable”: los continuos cortes de suministro y el importe de las facturas.

Van llegando poco a poco a la Avenida de las Buganvillas, la calle que vertebra esta parte de Costa Teguise que se encuentra junto al campo de golf. La urbanización ha ido creciendo y aún hay una parte que está en construcción. Todos llegan con sus facturas en la mano y la evolución es similar. Hace unos meses pagaban 30, 50 u 80 euros.

En todos los casos el importe ha ido subiendo, pero de repente ha dado un salto. Uno de los vecinos, de origen italiano, muestra la última de 365 euros. Se queda corto, porque Manuel enseña la que marca 756. “La devolví, por supuesto”, dice. No le han aceptado la reclamación y ya tiene respuesta del Defensor del cliente. Adjuntó a su reclamación un informe de una empresa de fontanería, encargada por él mismo, que concluye que no hay fuga de agua dentro de su domicilio.

La empresa le contesta que revise la instalación interior, algo que ya ha hecho, y que “si lo desea puede solicitar una comprobación del contador”. Canal Gestión señala que ha comprobado el historial de lecturas y que su facturación resulta muy elevada para su consumo habitual. Dice Manuel que durante el confinamiento llenó la piscina pero que eso supone un consumo de 35 toneladas, muy lejos de las 200 que le han facturado. “Esto no tiene explicación”.

Alega en su reclamación que a otros vecinos les han llegado facturas similares, pero el Defensor del cliente le contestó que se ha consultado con otros tres vecinos y “no se aprecian consumos  elevados e irregulares”.

La conclusión es esta: “La facturación es correcta dado que no consideramos probado que la empresa haya sido la causante del consumo excesivo. No se puede determinar que la lectura elevada se deba a causas imputables a la empresa”. “Solo queda ir a juicio”, resume Manuel.

En Vista del Atlántico, Canal Gestión no ha cambiado las tuberías

Pero el récord, sin duda, lo tiene Silvia, que muestra una factura del mes de abril a la que solo le faltan 25 céntimos para llegar a los 5.000 euros. Silvia tiene dos casas en esa zona, una en la que viven ella, su marido y sus hijos y otra en la que reside su suegro, con una cuidadora. Las últimas facturas de esta vivienda son difíciles de creer: 2.230, 2.200 y más 2.500 euros. No han pagado y ya recibieron, en agosto, un aviso de corte de suministro.

Otros vecinos también han encargado informes de fontanería para certificar que la avería no es imputable a ellos, y todos dan el mismo resultado. “Estamos pagando aire”, dice un vecino. Las averías se multiplican en la zona.

De hecho, los vecinos se han reunido en esa misma calle, en una acera donde las tuberías se encuentran al aire y donde un montón de tierra evidencia que se ha estado buscando la fuga. “Están abriendo porque no la encuentran”, dicen.

Canal Gestión, a pesar de las inversiones millonarias que declaran haber realizado en la Isla, no ha logrado atajar las pérdidas en la red, que siguen estando cercanas al 50 por ciento del agua que se produce en Punta de los Vientos. Elisa, otra de las vecinas, dice que en la urbanización Vista Atlántico, en la misma localidad, también tiene ese problema.

Hace unos años a estas casas llegaba agua depurada para regar los jardines, más barata, y agua doméstica. Canal Gestión retiró el agua depurada y desde entonces se riega con agua doméstica.

“Lo que más fastidia de Canal Gestión es la actitud: no contesta nadie”

Otros vecinos insisten en que el problema ahora se ha agravado, pero que ya es antiguo. Dice uno de ellos que ya tuvo una factura en 2017 de unos 300 euros, sin justificación por el consumo.

“Sin fugas me parece una barbaridad”, señala, y ahora ha vuelto a tener facturas de cientos de euros. En esta parte de la Isla no se cambiaron las tuberías después de que Canal Gestión asumiera el servicio. Las tuberías son viejas.

Algunos vecinos señalan zonas donde hay un vergel por la pérdida de agua. Otro asegura que para no asumir la avería “reparten el coste entre los vecinos, pero esto no es una comunidad, eso no se puede hacer”. El segundo problema son los cortes. A pesar del precio de lujo del agua, el servicio es horrible.

Cada semana, los usuarios se quedan sin agua uno o dos días, o incluso más tiempo. “Y no avisan nunca de los cortes, no dicen nada”. Coinciden en que, además, lo peor es el servicio de atención el cliente. “Lo que más fastidia es la actitud, no contesta nadie, cada uno va a lo suyo y te tratan como si fueras idiota”. Otro vecino remata: “He llegado al punto de pensar que son ellos mismos los que rompen las tuberías, cada vez que pasa un coche, al día siguiente hay una avería”.