ENTREVISTA

“Muchos medios van de que son el cuarto poder cuando están tomados por el poder”

Pere Rusiñol, editor de la Revista Mongolia

Saúl García 0 COMENTARIOS 04/05/2024 - 09:13

Mongolia llegó al Teatro Insular con su show blasfemo. Ha recibido varias querellas de Abogados Cristianos y se prepara ahora para una contraofensiva: recaudar dinero con el objetivo de querellarse contra esta asociación.

-Hay una sensación, no sé si real, de que las publicaciones humorísticas reciben más querellas por cuestiones relacionadas con la libertad de expresión que otras publicaciones de información general. ¿Por qué es? ¿Porque a la gente no le gusta que se rían de ellos o porque con el humor la libertad de expresión es más difusa?

-Creo que debe ser una mezcla de ambas cosas, ¿no? A la gente le molesta muchísimo que se rían de ellos y que la gente lo entienda. Lo que pasa es que muchas veces la información, el periodismo, no se lee o no se entiende, y en cambio el humor se entiende y el atacado se siente muy humillado y por eso lo toleran mucho menos. Es de tolerancia mucho más difícil que un artículo muy bien hecho donde hay mucha información pero que siempre existe la tranquilidad de que en general se lee poco en este país.

-Es decir, que lo serio importa menos...

-Yo creo que sí, aunque el humor es muy serio y no suele haber esta visión, pero el humor, sobre todo la crítica social, creo que es mucho más eficaz que un editorial estupendo con todos los datos, que ayuda después a hacer la crítica social. Yo no hago humor, yo hago la parte de información de Mongolia, pero Darío Adanti sí, y su fuente de información es lo que hace el periodismo, por lo tanto las dos cosas se necesitan, pero es más eficaz el humor para demostrar claramente cómo son las cosas. Para mí esta es la clave, la combinación, y por eso en Mongolia desde el principio nacimos con una sección de información. Al final son dos patas que se retroalimentan aunque parecen muy diferentes y que en cambio juntas tienen mucha potencia.

-Que es una sección que muchas veces se ocupa también de informar sobre otros medios de comunicación, que es algo que no suele ser muy habitual y que no sé si se perdona dentro de la profesión, porque no debe ser cómodo.

-Sí, empieza a ser ahora más habitual, pero en aquella época... Incluso hay la expresión esta de “perro no come perro” o de “hoy por ti mañana por mí” pero nosotros nos sentimos cuando nacimos hace 11 años ya fuera del gran consenso mediático corporativista. O sea, no hay hoy por ti mañana por mí. Nosotros nos colocamos en otro plano, en un plano de decir que la industria mediática ha sido tomada por la banca y por el poder y nosotros no formamos parte de ese pacto y lo que queremos precisamente es, desde fuera de este consenso, horadar la credibilidad de unos medios que van de que son el cuarto poder cuando en realidad están tomados por el poder. Siempre con muchas excepciones de personas que trabajan muy bien y quiero subrayar que una cosa es la cabecera y la industria y otra muchos periodistas que aprovechan los márgenes que tienen para hacer buen periodismo en un contexto que es muy adverso para el buen periodismo pero que ellos lo cumplen.

“La industria mediática ha sido tomada por la banca y por el poder”

-Tiene que haber muchos compañeros, excompañeros o amigos de la profesión que coincidan en lo que escribe ‘Mongolia’ a pesar de que no puedan decirlo públicamente...

-Y mucha gente colabora aportando información desde dentro y entienden perfectamente la diferencia, que en nuestro caso intentamos que sea muy nítida, entre los intereses de la empresa, los intereses del patrón y los trabajadores que hacen su trabajo en muchos casos lo mejor que pueden y con mucha dignidad.

-Abogados Cristianos cogió carrerilla con ‘Mongolia’ con varias querellas y ahora la revista quiere darle la vuelta y está recaudando dinero para querellarse con esta asociación. ¿En qué se basa esa querella?

-La estamos preparando todavía, estamos en plena campaña de microfinanciación. El abogado que lo va a hacer, José Luis Mazón, que tiene mucha experiencia, cree que hay base suficiente, pero no lo tenemos todavía perfilado técnicamente. Nosotros creemos que puede haber fraude procesal, en el sentido de que es una entidad que hace querellas continuamente sin el objetivo de dirimir si es verdad lo que están denunciando, sino simplemente como matonismo, para callarte, porque cualquier procedimiento te obliga a contratar abogados, procuradores, etcétera, y es evidente después de 15 años de ver el patrón de Abogados Cristianos y que casi siempre pierden, que hay elementos que podrían considerarse fraude procesal. En nuestro caso, y eso es más fuerte y nos parece muy sólido e indiscutible, es que en su querella nos atribuyeron cuestiones que son indiscutiblemente falsas muy fáciles de demostrar, difamaciones que afectan a nuestra marca y a nuestro modelo de negocio. Son, sobre todo, dos cosas. Una, nos decían que somos un instrumento del blanqueo de capitales de Gonzalo Boye, que es un abogado que al principio estuvo en Mongolia, pero que hace muchos años que no está, y que obviamente no somos ningún instrumento de blanqueo de capitales de nadie, y la segunda, que vivimos de la subvención pública, cuando apenas tenemos. Entonces, son dos cosas que van claramente en contra de nuestro modelo periodístico, que hacen daño a nuestro proyecto desde un punto de vista también de empresa, de marca, etcétera, y que nos parece que hay base suficiente con estas dos cuestiones para iniciar nosotros una contraofensiva jurídica, que es de lo que se trata.

-En cualquier caso, comenzando por el nombre de la asociación, parece que se exceden de su cometido con esas acusaciones... No sé qué tienen que ver las subvenciones o un supuesto blanqueo con la defensa del cristianismo. No les debería preocupar mucho, ¿no?

-Claro, porque en su mundo suelen pasar cosas así, incluso de pederastia y de muchas cosas... Ellos, obviamente, fueron contra nosotros a partir de una portada en la que había un Belén navideño, en el que aparecía un símbolo, una representación del Niño Jesús como un helado de chocolate, que ellos interpretaron que era una caca. Es una entidad que lo que quiere es volver al siglo XIX y que no se pueda hacer crítica a las ideas religiosas católicas y por lo tanto nos parece que es muy importante contraatacar porque está en juego una democracia moderna...

-De todas formas, para ejercer la abogacía no parece muy relevante ser o no cristiano...

-Evidentemente, y además forman parte, o como mínimo hay una vinculación muy grande con El Yunque, que es una secta mexicana durísima y que evidentemente el hecho de que un abogado se llame cristiano, más bien devalúa la función porque no tiene nada que ver una cosa con la otra.

-Precisamente hace poco han intentado boicotear una exposición de José Luis Luzardo en Las Palmas de Gran Canaria y pedían a la Administración que fuera neutral, pero si las administraciones fueran neutrales de verdad no sería algo muy favorable para esta asociación.

-No vivimos en un Estado laico, que es un Estado neutral, sino que es un Estado aconfesional en el que la religión católica tiene ventajas sobre todas las demás y entonces a esto le llaman neutralidad. Hablan de neutralidad cuando la religión católica tiene una protección especial. Obviamente la neutralidad es algo que ojalá fuera posible, pero no es el caso de España y desde luego cuando Abogados Cristianos habla de neutralidad no es lo que entendemos por neutralidad.

“Abogados Cristianos es una entidad que quiere volver al siglo XIX”

-En esta época de redes sociales, de memes, uno puede pasarse la tarde entera viendo chistes en el móvil sin saber quién los ha hecho. ¿Cómo encuentra hueco una revista como ‘Mongolia’ ahí?

-Sí, esto es una putada muy grande porque parece muy divertido, pero es humor sin contexto, quiero decir sin conocer el vehículo en el que se expresa. Si tú agarras Mongolia, sacas cosas de Mongolia y las metes en la red, sin el recipiente de Mongolia, esto no tiene ninguna gracia muchas veces. Por eso nosotros defendemos que es un proyecto que hay que ver en su conjunto, no de manera aislada, es una cosa de otro mundo, de un mundo antiguo, pero que a nosotros nos parece que tiene mucho sentido. Tiene sentido que haya una gente que quiera apoyar y disfrutar de un proyecto como Mongolia en su conjunto y por lo tanto esa es nuestra fortaleza. En las redes tú no sabes de dónde han salido las cosas, no tienen un propósito, no tienen un sentido. Pueden tenerlo, pero muchas veces no. ¿Nosotros de qué vivimos? ¿En qué se basa el proyecto? De una cantidad de gente, actualmente casi 3.000 suscriptores, más 2.000 personas o más que lo compran en los kioscos, por lo tanto una masa de gente, una red que quiere que Mongolia exista porque le gusta, en su conjunto, y esa es nuestra fortaleza respecto a las redes. Tenemos un propósito, tenemos un proyecto y tenemos una base social que está dispuesta a participar también económicamente para que esto se mantenga tanto como humor como en la parte de información, con independencia y con una coherencia en defensa de unos determinados valores.

-El contexto es muy relevante. Ahora la gente no sabe en qué medio ha leído qué cosa y dentro de poco no sabrá ni en qué red lo ha leído.

-Pero esto es una gran derrota. Es una gran derrota porque ves cosas de un minuto, de 30 segundos y no sabes exactamente qué ves. Y al final el lector, la audiencia, tiene que mantener un espíritu crítico que pasa por saber quién dice las cosas, qué intereses tiene, legítimos en algunos casos, de los que emerja la verdad. En el caso de determinados empresarios que tienen medios de comunicación sería el de tapar la verdad. Cada uno tiene sus intereses, que el lector tiene que conocer. Cuando se mezcla todo en un recipiente donde no se sabe quién es el que está detrás de lo que se está diciendo en la conversación, ahí hemos perdido. Y por eso a nosotros nos gusta un modelo en el que se sabe bien quién dice qué. Puede no gustarte, pero se sabe frente a un modelo en el que todo se mezcla y se pierde el contexto, también en el sentido empresarial, económico, político, de la gente que dice las cosas.

Darío Adanti, editor de Mongolia: “Los humoristas gráficos en prensa decimos lo que los periodistas no pueden contar”

-Pasa algo con el humor gráfico que no pasa con otros tipos de humor. Parece que se denuncia más, que muchas querellas se dirigen contra el humor gráfico. ¿Por qué?

-El humor gráfico siempre ha estado vinculado a la sátira. No es la comedia ni es el stand up que hablan de sí mismos. De alguna manera tienen claro que la sátira tiene un punto de opinión, reafirma la opinión de los demás sobre algunas cosas. Los humoristas gráficos en prensa decimos lo que los periodistas no pueden contar. El periodista, si no tiene pruebas aunque lo sepa, no lo puede contar, decir que este es corrupto, pero yo puedo hacer una viñeta que sin decir corrupto estoy mostrándolo, y es más fácil querellarse contra una viñeta. Y querellarse es una manera de dejar un mensaje, de decir que de esto no se opina, de instalar una especie de silencio, de decir: “Mira lo que le pasó a estos humoristas gráficos”. Y claro, da lugar también a la interpretación.

-En el caso de ‘El Agitador’, que fue condenado en dos ocasiones, en la segunda el Tribunal Supremo dice que los hechos son veraces, lo que dice el texto, pero que dibujar a un fiscal como Chiquito de la Calzada es ofensivo, es una intromisión al honor.

-Nos pasó lo mismo a nosotros con Ortega Cano, que pagamos 40.000 euros más las costas que se fueron casi a 100.000 y fue por el honor también, por haberlo dibujado como un extraterrestre con botellas de vino rotas y que decía “antes riojano que marciano”. Decían que era por el honor, y que haya todavía delito de honor es increíble. Hay como tres o cuatro artículos del Código Penal que van contra la libertad de expresión satírica, que está defendida en la Declaración de Derechos Humanos y en los tribunales europeos. Justamente a las sátiras se les permite faltar al respeto desde los griegos. Entonces que te puedan aplicar el artículo 525 de ofensa a los sentimientos religiosos... ¿Cómo pruebas que el otro se ha ofendido? O el honor, que es algo inmaterial. Todos utilizan estas cosas del Código Penal básicamente para instalar una censura. La caricatura hace una crítica a través de esa ridiculización y entonces te pillan por el lado del honor.

-Pero Ortega Cano fue condenado por homicidio imprudente por conducir bajo los efectos del alcohol. En periodismo se puede llamar delincuente a alguien que ha delinquido. No hay ningún problema. Pero en cambio, si se lo dibuja ¿hay un problema?

-Esto es una teoría flipada mía, no digo que sea así, pero sí que creo que hay algo con la imagen que les jode un montón a los más reaccionarios. A los sectores ultracatólicos o ultraderechistas les jode mucho la imagen. Es algo casi religioso como lo de Mahoma de los musulmanes. Tú escribes todo un libro contra Dios, por mucho que sea El Anticristo de Nietzsche y no lo prohíben por ofensa a los sentimientos religiosos.

“A las sátiras se les permite faltar al respeto desde los tiempos de los griegos”

-Pero porque no se lee...

-Yo creo que es porque no se lee. Y en cambio la imagen se ve inmediatamente. Pones una imagen de Cristo ridiculizado y te cae una demanda. Un libro o un artículo no se lee, pero la imagen es directa. Y después por otro lado sí que creo que hay un tema con la imagen que es como muy primitiva, que la imagen ofende y la ofensa está mal vista cuando en realidad la ofensa es un sentimiento humano que en democracia debemos saber gestionar. Yo no puedo estar coartándome con la libertad de expresión por si ofendo, tiene que ser el otro el que gestione su ofensa.

-Es curioso que pase esto en un país tan acostumbrado a insultar, ¿no?

-Encima... Nosotros hemos hecho chistes cagándonos en la bandera y nada, y sin embargo cuando lo del Procés en Cataluña pusimos en la portada la bandera española con una caca en el medio y en la contraportada la bandera catalana con una caca en el medio y dentro todas las banderas con una caca en el medio, que en realidad era un mensaje ácrata de decir: si las banderas nos van a separar no nos sirven para nada. Por esa portada nos amenazó España 2000 y tuvimos que hacer en Valencia dos bolos con seguridad, con policía, porque les molestó la imagen. La imagen corre muy rápido ahora en las redes y es fácil capturarla. En el mundo ultracatólico se quejan mucho y les parecen muy animales los islamistas, no solo los fanáticos, porque es ofensivo y no se puede poner la cara de Mahoma, pero ellos también se ofenden si pones una bandera con una caca o un Cristo como una caca y luego también les parece terrible que usen burka, pero tenemos monjas en conventos de clausura, que llevan como un burka gigante.

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