Entrevista

“En Esacan formamos para el empleo con cursos adaptados a la demanda del mercado”

Ana María Oncina, fundadora y directora de Esacan

Diario de Lanzarote 0 COMENTARIOS 12/09/2019 - 09:07

-¿Cuál cree que ha sido el secreto del éxito de Esacan, desde su apertura en el año 2000, convertida hoy en un referente del sector educativo privado en Lanzarote?

-Puede ser que realmente hacemos honor a nuestro lema slogan ‘Comprometidos con tu futuro’, con una gama casi ilimitada de formaciones profesionales, que se han ido diversificando y amoldando a la evolución social de la Isla. El hecho de ser una entidad privada nos da una capacidad de adaptación a las necesidades del mercado mucho más rápida que en el caso de las entidades públicas. Aunque en los últimos años hemos recibido financiación pública para determinados cursos, nuestro fuerte es la formación privada y a empresas. El secreto del éxito de Esacan es algo complicado. Creo que tiene varias patas: dedicar muchas horas, un equipo estable, con personal con hasta 15 años de antigüedad, la capacidad de adaptación, la flexibilidad y una inversión continua en la empresa que se ha ido retroalimentando de sus propios beneficios. Esto nos ha permitido ir abarcando diversas áreas profesionales.

-Sin embargo, todo este esfuerzo ha dado sus frutos y actualmente el centro cuenta con tres sedes para formación.

-Ha sido una apuesta fuerte, porque nuestra especialidad es la impartición. En todos los cursos privados elaboramos nuestros propios manuales y contamos con instalaciones homologadas para todas las ramas, desde peluquería a cocina o fontanería. La sede primera, en la Avenida Mancomunidad, cuenta con cinco aulas, dedicadas a cursos más teóricos, pero en la sede dos se imparte hostelería y cumple todos los requisitos oficiales para acoger cursos públicos de esta actividad: 90 metros cuadrados de comedor, 20 de almacén, 135 de cocina... Otro tanto ocurre en la sede tres, donde se ha montado el taller para fontanería electricidad, frío industrial, etcétera. Además, en algunos sectores, como mantenimiento, ofrecemos formación complementaria en exteriores o jardinería. A ello se suman, desde la perspectiva de auxiliar, algunas ramas como odontología o farmacia. En Esacan contamos con más de 80 docentes, tanto para los 18 cursos profesionales que ofertamos como para formación puntual: talleres, seminarios..., aparte de los certificados de profesionalidad (cocina, restaurante, gestión de residuos, socorrismo) o preparación a oposiciones a la administración pública. Las empresas de formación como la nuestra requieren mucha inversión en espacios y cada vez que surge una especialidad nueva hay que habilitar las correspondientes instalaciones. Modestamente, debo decir que pocas escuelas de capital privado, en este caso lanzaroteño, en Canarias y yo diría que hasta a nivel nacional, cuentan con tanta variedad de formación.

-La experiencia de las dos últimas décadas hacen del centro un auténtico termómetro de la formación profesional. ¿Cuáles son los sectores más demandados en la Isla?

-En este momento, los sectores más demandados son el de mantenimiento, de cara al sector turístico, y administración, porque ha vuelto a activarse la empresa. Sin embargo, la demanda va por épocas y hasta por modas. Cuando empezamos, estaban en auge la acupuntura, la naturopatía o la medicina natural.

“Modestamente, debo decir que pocas escuelas de capital privado, en este caso lanzaroteño, en Canarias y yo diría que hasta a nivel nacional, cuentan con tanta variedad de formación”

-Su labor también habrá contribuido a la reinserción de muchas personas perdidas en el mundo laboral.

-Desde luego, y eso es algo de lo que nos sentimos especialmente orgullosos. Nosotros lo vemos como nuestra responsabilidad social. Hemos puesto nuestro grano de arena en todo tipo de casos, desde camareras de piso, que han encontrado su salida profesional en la especialización de masaje o estética o reconvertidas en gobernantas a reponedores que ahora son auxiliares de farmacia. En Esacan contamos con un departamento de gestión de prácticas y agencia de colocación que nos ha dado muchas alegrías. Por otra parte, entre nuestro alumnado, que es preferentemente joven (el 60 por ciento tiene entre 16 y 25 años) hay bastantes chicos y chicas desorientados, en algunos casos víctimas del fracaso escolar, que han abandonado los estudios reglados. Yo soy madre, tengo hijos de 20 años, y estoy implicada en motivar a este perfil de una generación que no sabe qué hacer. La ventaja en este centro es que aquí vamos directamente a la profesión. Si se quiere hacer estética nos centramos en la estética y no en asignaturas complementarias y eso es una facilidad para mantenerse ‘estable’ en un sistema educativo alternativo. Después, en ocasiones se quiere conseguir un grado superior, una certificación de nivel dos o tres, y para eso es necesario tener la ESO o el Bachillerato, así que siempre animamos a no descuidar la formación reglada. Por otra parte, colaboramos con entidades humanitarias dando formación y, de paso, llevando un seguimiento de esos alumnos. Es una labor muy gratificante. Hay un porcentaje de fracasos, por supuesto, pero otro mayor de logro de metas e incluso de éxito profesional. A traves de la formación se consigue muchas cosas.

-¿Qué cursos le interesan a usted personalmente?

-En realidad, estoy continuamente formándome. He hecho los cursos de masaje, monitor de aeróbic, naturopatía... Ahora estoy profundizando en coaching, programación neurolingüística, la terapia Gestalt, es decir, en desarrollar las herramientas personales. En la sociedad contemporánea ya no basta con tener una cualificación, hay que tener otras destrezas. En general, las personas de mediana edad en adelante adolecen de falta de herramientas tecnológicas o de la comunicación. En el lado opuesto, hay que aprovechar la facilidad de los nativos digitales con estas tecnologías, para darles acceso a la formación con estos soportes.

-¿Qué anécdotas se han dado a lo largo de casi dos décadas?

-Muchas y muy bonitas. Familias enteras que han pasado por nuestro centro, de padres a hijos, contacto profesional con personas a las que hemos formado nosotros, como los auxiliares de justicia que vienen a traernos notificaciones e incluso, alumnos que ahora imparten el curso al que ellos mismos asistieron aquí. Estos docentes nos dan muchísima confianza porque sabemos de primera mano que están bien preparados.