Hija de un norteamericano y una italiana, Nova Kirkpatrick inició su trayectoria profesional en el sector del turismo en Menorca, desde donde saltó a Lanzarote hace ya dos décadas por mor de la estacionalidad balear. Enamorada confesa de la Isla, sobre la que ha estudiado en profundidad sus valores turísticos, ambientales y naturales, se ha comprometido en su defensa a través de medios de comunicación destinados a la población europea. Desde hace siete años colabora con Idolo Real Estate, inmobiliaria especializada en el mercado extranjero.

-Como agente inmobiliaria, se encuentra en una posición privilegiada para diagnosticar la situación de la vivienda en la Isla hoy, tras el periodo de crisis que supuso un parón en la compra-venta y una mayor tendencia por la opción del alquiler. ¿Ha aumentado el negocio, la oferta, se han visto afectados los precios?

-Aunque el mercado inmobiliario canario siempre ha demostrado una mayor resistencia a los efectos de la crisis, es cierto que también sufrió durante esos tiempos. Desde hace ya un par de años se nota más movimiento, un aumento importante de la demanda y evidente mente los precios, sí, se han visto afectados al alza. En algunas zonas de Lanzarote, los precios medios han superado los del 2008, considerados los más altos de la época de bonanza previa a la última crisis.

-¿Siguen siendo los ciudadanos europeos un grupo importante en la compra de vivienda? ¿Cómo cree que afectará el proceso de Brexit a la comunidad británica radicada en la Isla?

-Los europeos siguen representando un buen porcentaje de las transacciones, sobre todo en Canarias. En el primer trimestre del 2018 fueron casi un 30 por ciento del total, siendo superiores en la provincia de Tenerife, cerca de un 40 por ciento y algo menores en la provincia de Las Palmas, en torno a un 20 por ciento. Lo que está cambiando es la configuración de este grupo de residentes. Aunque los británicos siguen siendo un mercado importante, están pasando por un momento de gran incertidumbre debido al Brexit, y al mismo tiempo otras nacionalidades están descubriendo las ventajas del mercado canario. Entre ellos, los italianos, que ya representan el segundo mayor cliente entre los extranjeros en Canarias. Las dudas que envuelven el proceso del Brexit hacen que la demanda británica haya disminuido un poco, pero es sólo una cuestión de tiempo, ya que tenemos mercados europeos que no pertenecen a la Unión Europea, como el suizo o el noruego, que compran tranquilamente sin mayor dificultad.

“Los compradores italianos representan ya el segundo mayor cliente entre los extranjeros en Canarias”

-¿Qué diferencia hay entre la oferta y la demanda en Arrecife respecto a las zonas turísticas?

-En la agencia, Idolo Real Estate, con la que colaboro desde hace siete años, somos especialistas principalmente en el mercado extranjero de segunda residencia, por lo que no sería correcto dar una opinión al respecto del mercado de Arrecife. Por lo que conozco, su demanda mantiene cierta estabilidad aunque se ha podido registrar un aumento de los precios ahí también. El negocio del alquiler vacacional ha llegado a la capital de la Isla también, al ofrecer todavía precios de la vivienda inferiores a las zonas turísticas, y eso ha supuesto un leve incremento de la demanda y por ende, de los precios. En las zonas turísticas, evidentemente, es donde mayoritariamente se ha registrado un aumento de la demanda y de los precios.

-El fenómeno del alquiler vacacional ha puesto en jaque los sectores inmobiliario y turístico. ¿Qué opina de esta nueva realidad?

-Para el sector inmobiliario es incuestionable que ese fenómeno supone un gran motor. Es uno de los principales motivos de inversión del mercado extranjero en nuestras Islas y es fuente de ingresos para muchas familias. Como ciudadana, soy consciente de que la parte de la población que no posee una vivienda propia percibe ese fenómeno como el causante de la gran penuria de alquileres residenciales en la Isla. Pero lo que estamos constatando últimamente es un lento pero progresivo reajuste del mercado de los alquileres, ante la reapertura de destinos turísticos alternativos al de Canarias. Poco a poco se están viendo más ofertas de alquileres de larga temporada y el mercado se va autorregulando. Los profesionales del sector estamos convencidos de que lo que hace que un propietario inmobiliario decida alquilar vacacional en lugar de residencial no es tanto un factor económico -que ya, teniendo que cumplir con todas las obligaciones previstas, no resulta tan atractivo- sino más bien la incertidumbre jurídica que rodea al propietario inmobiliario a la hora de alquilar por larga temporada.

“La reapertura de destinos turísticos alternativos a Canarias está generando un reajuste del mercado de los alquileres”

-¿Podría o debería diferenciarse desde un punto de vista normativo la economía colaborativa familiar, de alquiler de habitaciones para complementar una renta, del negocio turístico de gestión de alquiler de apartamentos en plataformas digitales?

-Lo que me parece esencial, más allá de catalogar las actividades económicas de forma diferente, es simplificar los procedimientos y hacerlos más claros y accesibles a todos. En este momento hay tal confusión al respecto de las obligaciones de cada uno, que estamos obteniendo el efecto contrario a la regularización. Hay muchos propietarios que pagarían encantados los impuestos sobre los ingresos obtenidos con la explotación de su vivienda pero que temen declararlos ante el miedo de recibir de vuelta el mensaje de que no pueden alquilar.

-Como ciudadana residente en Lanzarote, ¿le preocupa la situación de la carestía de vivienda? ¿Qué soluciones propondría?

-Aunque entiendo y sufro de cerca la angustia de muchos que tienen dificultad para encontrar una vivienda en alquiler, veo que la tendencia es hacia la auto regulación del mercado, sobre todo debido a que han vuelto a abrirse destinos turísticos alternativos que hacen que se empiecen a registrar momentos de baja ocupación en nuestras islas. Por ello, la oferta de alojamiento vacacional en zonas turísticamente hablando poco atractivas, como por ejemplo algunos barrios de la capital, se verá obligada a volver a ser oferta residencial. Estoy convencida, además, que si el propietario inmobiliario se sintiese más amparado por el sistema jurídico a la hora de poner su vivienda en alquiler de larga temporada, inmediatamente aumentaría la oferta. Quienes realmente ganan con diferencia con la explotación turística son los grandes propietarios, lo que tienen varios pisos o casas. En pequeña escala, los gastos que hay detrás de un alquiler vacacional legal y en regla hacen que los beneficios no sean tan diferentes de los que se podrían obtener de un alquiler de larga temporada.