-¿Cómo se ha encontrado el Ayuntamiento de Arrecife?

-La gestión ha sido terrible y está absolutamente desestructurado desde el punto de vista organizativo. Evidentemente, eso trae consigo que todo está bloqueado. Hemos tenido una reunión con los trabajadores porque no se trata de falta de profesionalidad de los empleados públicos, sino fundamentalmente de liderazgo. La culpa es exclusivamente política. Esto lleva muchos años así. En la etapa de Cándido Reguera en la alcaldía se intentó poner orden, pero nos echaron del gobierno y el Ayuntamiento ha estado muy abandonado. Hay que sacar ofertas públicas de empleo, que no salen desde hace más de diez años. Los empleados públicos están muy colaboradores y participativos, y son conscientes de que el Ayuntamiento no puede seguir así. Nos hemos puesto manos a la obra para cambiar la situación y estoy ilusionada y esperanzada.

-Los primeros 100 días de gobierno suelen ser claves y representan también la fase de prueba para que la oposición inicie las hostilidades, aunque en su caso empezaron desde la misma toma de posesión. ¿Qué espera cumplir en ese periodo?

-En otra institución, 100 días dan para mucho, pero a nosotros nos tienen que dar por lo menos 300, porque este Ayuntamiento está fatal (risas)... Lo primero que he hecho, que ha sido un compromiso, fue ordenar el inicio de los trámites para abrir la avenida marítima al tráfico. Se está elaborando en el Ayuntamiento un informe y, en cuanto lo tengamos, se tiene que efectuar el plan de adaptación de la vía al tráfico, con la señalización adecuada. Nuestra intención es que los vehículos circulen en un sentido, menos el transporte público y los vehículos de emergencias, que podrán circular en ambas direcciones. Salvo en la curva de la Dirección Insular de la Administración general del Estado y en algún punto más, la coincidencia de dos vehículos puede generar problemas, pero para eso las señales marcarán la prioridad y se habilitarán los pasos de peatones que haga falta. También mantendremos la guagua lanzadera para quien no quiera utilizar el automóvil y, más adelante, se ampliará su recorrido para que los niños de Valterra que acuden al IES Agustín Espinosa puedan desplazarse al instituto en transporte público.

-Una de las principales preocupaciones en Arrecife es la vivienda y, en el caso de los barrios de Valterra y Titerroy, llevan casi una década esperando por la reposición de las casas.

-En el último mandato no sólo no se avanzó, sino que al Ayuntamiento se le pasó el plazo para pedir una prórroga [al convenio de vivienda con el Estado] y se perdió una posibilidad. Hay varios problemas, entre ellos los vecinos que fueron desalojados de sus casas, con los que el Ayuntamiento se comprometió a ayudar con el alquiler. En cuanto se conforme el Gobierno de España y el Gobierno de Canarias habrá que sentarse con las dos administraciones para analizar qué podemos hacer para retomar el proyecto de renovación urbana. De momento hay que buscar la fórmula técnica para sacar una convocatoria de subvenciones, con recursos propios, para pagar estos alquileres.

-Una de sus promesas fue retomar la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana, que lleva más de un año parada. ¿Cuáles son las líneas maestras del planeamiento por el que apuesta?

-En los pocos días que llevamos hemos activado el departamento de Urbanismo para instar a la empresa Gesplan, que es la que redacta el nuevo Plan General, para que el documento se adapte a la nueva normativa que existe. Se aprobó la Ley del Suelo y probablemente el documento no estará adaptado. Nuestra idea es llevar el Plan General a la aprobación inicial. De verdad, es mejor un mal Plan General que ninguno. Además, no creo que el documento sea un mal planeamiento, sino todo lo contrario, aunque deba estar sujeto a algunas modificaciones, porque se puede mejorar. Pero es preciso aprobarlo inicialmente para que luego los vecinos y los agentes políticos, sociales y empresariales puedan hacer alegaciones. Lo que está claro es que no podemos seguir adelante sin un planeamiento actualizado.

-Desde la anterior etapa del PP en la alcaldía de Arrecife su partido defiende la construcción de un “icono” en el Islote del Francés. El Gobierno central, a preguntas del exdiputado Pedro Quevedo, ha señalado que se está revisando el deslinde del dominio público y que la servidumbre de protección de Costas sería de 100 metros. ¿Se empeñaría con la idea del “icono” aunque tuviese que pleitear con el Gobierno?

-No lo sé. Hay que sentarse a revisar minuciosamente el expediente. Por ahora, en estos pocos días, hemos tenido que apagar los muchos incendios que hay en el Ayuntamiento, cuestiones muy urgentes... Causa rubor que se llegara a hacer valer en el pleno la respuesta a un diputado como si tuviera fuerza normativa o vinculante. Cualquiera sabe si es verdad o no, y tiene el valor que tiene. Habrá que ir a Costas y ver si es verdad que están revisando el deslinde. Sé que hay una sentencia firme que dice que el suelo es urbano, el propietario hace valer unos derechos edificatorios y, al parecer, está tasado en unos 110 millones. Si es así, no hay otra opción que un convenio urbanístico, ya se vería si con más o menos edificabilidad, que es algo que tienen que estudiar los técnicos. Lo que es una realidad es que el Ayuntamiento no puede comprar ese suelo. No tenemos dinero para eso ni lo tendremos, y ya tenemos un problema gordo con el solar de Ginory, [por el que el Ayuntamiento tiene que pagar más de 20 millones], y cada día va generando intereses.

-Desde hace muchos meses se percibe un estado de opinión crítico del tejido comercial con la situación de Arrecife, especialmente del centro de la ciudad. ¿Se puede variar esa dinámica?

-Es que está muerto. Además de poner en marcha un plan de movilidad y desarrollar muchas iniciativas para dinamizar las zonas comerciales, una de las medidas más importantes es la apertura de la avenida. Si sigue cerrada, el centro va a continuar muerto. El consumidor no quiere venir. ¿Por dónde entra? Vamos a poner todo nuestro empeño para variar la dinámica actual del comercio en Arrecife.

-Su programa de gobierno hace hincapié en que lo primero son las personas. Arrecife ni siquiera cuenta con una residencia de mayores...

-El departamento de Servicios Sociales que nos hemos encontrado está desmantelado. Ya estábamos preocupados en la oposición. No hay un departamento, y lo digo alto y claro, que funcione con cierta normalidad. Es importantísimo que Arrecife, capital de la tercera Isla más poblada, tenga una residencia de mayores. Esa va a ser una de nuestras reivindicaciones, también en el Parlamento como diputada y alcaldesa, para el presupuesto de 2020.