Primero fueron las calles Combatientes de la Cruzada, Sargento Provisional, 18 de julio, 13 de septiembre, General Goded, Ruiz de Alda, Alférez Provisional y Onésimo Redondo, y ahora le toca el turno a otras trece calles, que cambiarán de nombre, en cumplimiento de la Ley de memoria histórica por su relación con el franquismo.

Los nombres que se quitan y los que se ponen los ha elegido una comisión formada por Pedro César Quintana, Mario Ferrer, Antonio Lorenzo, Félix Martín Hormiga, Enrique Pérez Parrilla y Antonia Perera. El lunes, el pleno decidirá si finalmente se cambian de nombre y, de paso, retirará, a título póstumo, el título de alcalde honorífico de Arrecife a Francisco Franco.

Los nombres que desaparecen del callejero son, en su mayoría, militares. Eso sí, de todos los grados: un soldado (Jacinto Borges), un alférez (Cabrera Tavío), un capitán de artillería (Luis Tresguerras), un coronel (Valls de la Torre), un comandante (Balmes) y un general (García Escámez). La lista se completa con dos políticos (Martín Cobos y José Calvo Sotelo), un dictador (Miguel Primo de Rivera) y el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.

Muchos de ellos llegaron al callejero como reconocimiento a su muerte en los albores del alzamiento o durante la Guerra Civil. Fue el caso de Calvo Sotelo y el comandante Balmes, que murieron unos días antes del 18 de julio de 1936, uno asesinado por los socialistas y el otro en un dudoso accidente que facilitó que Franco pudiera subir al ‘Dragon Rapide’. José Antonio y Luis Tresguerras mueren fusilados, uno en Alicante y otro en Valencia, y Jacinto Borges muere en combate en el Frente de Lérida.

García Escámez y Martín Cobos también tuvieron participación en el alzamiento y en la Guerra pero mantuvieron su protagonismo después: uno fue Capitán General de Canarias y el otro fue Procurador en Cortes. A estos nombres hay que sumar los dos buques insignia del ejército nacional, los cruceros Baleares y Canarias, que dejan de dar nombre a sendas calles.

Estos son los que se van, y entre los que llegan también hay políticos, pero sobre todo hay artistas, pintores, profesores y gente del campo. Tres de ellos vivieron en el siglo XVIII: Viera y Clavijo, sacerdote, historiador y padre del naturalismo canario, (no en vano describió gran parte de las especies del Archipiélago y el Jardín Botánico lleva su nombre); Leopoldo Von Buch, geólogo y paleontólogo, que estudió los volcanes canarios junto al famoso Von Humboldt; y Antonio Porlier, historiador y político nacido en La Laguna que llegó a ser ministro de Justicia.

Un siglo después, a finales del XIX nació en Arrecife Ramón Manchón, dibujante e ilustrador que vivió casi toda su vida en Madrid y fundó el Salón de Humoristas. Al callejero también se incorpora Josefina Betancor, una de las pocas mujeres editoras de libros en España, profesora, estudiante de Cambridge, cofundadora del Grupo de teatro del Gabinete literario de Las Palmas y casada con el poeta y pintor Manuel Padorno, que fue compañero de Manolo Millares, uno de los grandes pintores del Archipiélago que a su vez sustituirá a José Antonio en el callejero arrecifeño.

Ana Suárez, poetisa y literata (y madre de la actual concejal Blanca Blancas), también tendrá su calle, como el recientemente fallecido Amadou Ndoye, senegalés, traductor y estudioso de la literatura canaria y profesor en Dakar. También fue profesor, concretamente catedrático de ciencias naturales en la Universidad Complutense, el tinerfeño Telesforo Bravo, apodado el “Tarzán de Martiánez”, que también se incorpora al callejero.

Y dos mujeres del campo tendrán calle: Dorotea Armas, alfarera de Muñique, que renovó el oficio y lo enseñó a Juan Brito, entre otros; y Dolores Pérez, nacida en 1912 en La Vegueta, con cien años de edad, protagonista de una investigación del servicio de patrimonio histórico insular e historia viva de la agricultura lanzaroteña. Por último, y probablemente el más conocido, el doctor Juan Negrín, socialista y presidente de la II República española.