El nuevo Plan Hidrológico reconoce la existencia de “problemas” en Lanzarote por la “contaminación puntual” de las aguas costeras y subterráneas. En buena medida, los vertidos se atribuyen a la existencia de “muchos emisarios” que “carecen de autorización” para evacuar agua al mar.

De hecho, casi nueve de cada diez emisarios que hay en la Isla “carecen de autorización”. Una mínima parte sí tiene permiso. “La ausencia de autorización conlleva un desconocimiento de la calidad del vertido, pudiendo provocar la contaminación de las masas de agua superficiales costeras o de las aguas subterráneas”, señala.

“Además”, se añade en el documento, esta situación “conlleva la ausencia del pago del canon de vertido”, por lo que no se está llevando a cabo el principio medioambiental de “quien contamina, paga”.

Los expertos que han elaborado el Plan Hidrológico para el Consejo Insular de Aguas califican de “graves” los “impactos que se están produciendo en las masas de agua” del litoral y las subterráneas “debido a que no existe un sistema de vigilancia y control de los vertidos”. Se quejan de que “apenas se dispone de datos actualizados para evaluar el impacto de la actividad humana” en el subsuelo.

Tampoco se dispone de un inventario actualizado de las redes de alcantarillado y pluviales, “que agravan el conocimiento preciso de los vertidos existentes y de la contaminación que generan”.

El 89% de los emisarios que vierten al mar en la Isla carece de autorización

Además, subrayan que “está comprobado que las explotaciones de acuicultura, así como los vertidos de salmuera procedentes de desaladoras, pueden producir impactos negativos”, como la “modificación de la estructura de fondos” marino o la “afección directa a especies”.

“Otro problema existente, concluyen, “es la ausencia de autorizaciones o destino de los residuos inadecuados en muchas estaciones depuradoras de aguas residuales y estaciones desaladoras de aguas marinas”.