La candidata del Partido Popular a la presidencia del Cabildo, Saray Rodríguez, denuncia “el recorte que ha realizado el gobierno de Pedro San Ginés a la asociación Cáritas Lanzarote que cuenta para este año con  50.000 euros menos para prestar sus servicios”.

Para Rodríguez, “es completamente injusto que, mientras hay asociaciones y ONG´s de carácter social que se ven obligadas a reducir o dejar de prestar servicios a personas y familias que lo necesitan, el presidente de todos los lanzaroteños, sea capaz de gastarse más de 3 millones de euros en un capricho personal como ha sido la compra de la casa de la Calle Fajardo”.

“Una verdadera política social no puede dejar de lado a ninguna asociación o colectivo que preste atención y garantice las necesidades básicas y diarias que tienen las personas, máxime cuando desde el gobierno nacionalista de CC se jacta abiertamente de lo saneado que está el Cabildo de Lanzarote económicamente y su fuerte capacidad inversora”, afirmó.

“En momentos sociales delicados como en los que estamos, la principal inversión tiene que hacerse en las personas y en acciones que generen empleo y no en proyectos “estrella” decididos de forma personal y unilateralmente que no son prioritarios para los ciudadanos de esta isla”, destacó Rodríguez.

En este sentido, Saray Rodríguez recuerda “además de la casa Fajardo, el proyecto del Museo Subacuático en el cual el Cabildo se gastó unos 700.000 euros,  sin que ni siquiera contar todavía con los permisos necesarios”.

Para la candidata popular “es imprescindible que un Cabildo prime y tenga en cuenta las necesidades de todos y que las familias con menos recursos y más desfavorecidas reciban la atención que requieren y de forma digna”.

Miembros de la asociación Cáritas Lanzarote han expuesto a los candidatos del Partido Popular “las dificultades que están teniendo a la hora de prestar sus servicios planificados debido al recorte presupuestario del Cabildo”.

Así,  este colectivo ha visto mermado el servicio y sus programas de atención donde se incluyen talleres, un servicio de comedor en la calle La Palma, que atiende a medio centenar de personas y un albergue en Altavista con capacidad para 18 personas.