“Ha pasado de la mayoría a la incertidumbre”. Así lo resume un miembro del denominado sector crítico de Coalición Canaria, una formación con una profunda herida interna que se ha reabierto a mitad de mandato y que amenaza la estabilidad del Cabildo. Pedro San Ginés se enfrenta a un otoño “realmente convulso” en el que “no lo tendrá nada fácil”, según las mismas voces nacionalistas, para seguir gobernando.

De los nueve consejeros de CC, que sumados a los cuatro del PSOE formaban el grupo de gobierno, controla en teoría a siete, tras despojar a Sergio Machín de sus áreas en mayo y renunciar a las suyas Mónica Álvarez dos meses después. A Machín, con más de tres décadas de vida política y varios partidos en su trayectoria, insistió en llevarlo en su plancha electoral el propio San Ginés. Y Álvarez era una de las más fieles militantes de Coalición en Arrecife, de la cuerda del presidente. Ambos han criticado abiertamente los “desplantes” de San Ginés y su “egocentrismo”.

La primera prueba de fuego que tiene a la vista el presidente es el próximo Debate sobre el estado de la Isla, que se celebra el 21 de octubre. En círculos políticos se da por hecho que puede haber sorpresas. En el entorno de Machín y Álvarez se asegura que “votarán en conciencia”, un concepto tan amplio como la otra premisa que ponen sobre la mesa: “Apoyarán lo que entiendan bueno para Lanzarote”, aunque pueda suponer dejar en minoría al grupo de gobierno. Fuentes próximas a los consejeros ‘díscolos’ resaltan que para que San Ginés empiece a perder votaciones en el pleno del Cabildo hace falta el concurso de Mari Paz Cabrera, la nueva consejera de Alternativa Ciudadana, que consideran una incógnita.

Con la tensión actual, desde el sector enfrentado a San Ginés –encabezado por José Torres Stinga o Inés Rojas- afloran críticas por decisiones que consideran “personalistas”, como comprar la casa de la calle Fajardo por 1,6 millones. También critican que si “en la dirección de CC no movieron un dedo” cuando retiró áreas a sus consejeros, “porque eran sus competencias”, “ahora se pongan nerviosos y se cuestione lo que puedan hacer esos mismos consejeros en el ejercicio de las suyas”.

Aunque eluden explicitar que ese es su objetivo, fuentes del sector enfrentado a San Ginés reconocen que “si él se va no habría más problemas” y esperan que si empieza a perder votaciones, el PSOE se convierta en un elemento más de presión. Mientras tanto, el presidente recuerda el respaldo de las urnas, destaca que no está en política para “hacer amigos”, pone en primer plano el balance de su gestión y el cumplimiento de su programa electoral y se niega a adelantar acontecimientos.

“Algunos están empeñados en no dar tregua”

David de la Hoz se queja de que “desgraciadamente” no ha podido hablar todavía con Machín y Álvarez, “y que se expliquen en el partido”. “Se les ha citado y han dado largas y excusas”. Lamenta la “falta de responsabilidad” por que se den “situaciones que recuerdan al pasado”, poniendo “en duda y en jaque al Cabildo”. Aunque apuesta por el “sosiego” y la “tranquilidad” frente a la “contundencia”, afirma que “algunos están empeñados en no dar tregua” dentro de CC, sectores que están “intentando intoxicar con conflictos internos” y que éstos “se trasladen a las instituciones”.

De la Hoz recuerda que Álvarez ha manifestado que seguiría fiel a CC aunque sin áreas de gobierno y en el sector oficialista confían en volver a atraerla a sus posiciones. En la dirección insular destaca que en los últimos cuatro años San Ginés ha conseguido “dar estabilidad” al Cabildo y que se corre el riesgo tanto de desestabilizar la Corporación insular como de romper definitivamente Coalición Canaria.