La planta incineradora de animales construida en el complejo ambiental de Zonzamas, lista desde hace más de dos años, no se utilizará hasta al menos el segundo semestre de 2015. La empresa que consiguió la adjudicación del crematorio ha renunciado de forma oficial a la gestión, según explicó el consejero de Medio Ambiente, Francisco Fabelo.

El Cabildo de Lanzarote contrató con la empresa Cathisa Medio Ambiente la gestión de la planta, la primera de sus características que se implantó en el Archipiélago, pero ha terminado por desistir ante los cambios en la normativa que regula el tratamiento de los animales en la ganadería.

Fabelo señala que la anterior normativa obligaba a que en enero de 2013 el sector ganadero se deshiciera de los restos de animales a través de su eliminación en un horno crematorio como el de Zonzamas. Al ser el único en Canarias, por el momento, el Cabildo pidió que ganaderos de otras islas vinieran a Lanzarote hasta la puesta en marcha de otras plantas.

Sin embargo, el Gobierno de Canarias optó por pedir la consideración del Archipiélago como “zona remota” y que se le eximiera del cumplimiento de la normativa, que fija un límite temporal máximo de junio de 2015. Hasta entonces, los cadáveres se podrán seguir enterrando.

Aunque la empresa a la que se le otorgó la concesión del horno de Zonzamas pidió a la Dirección General de Ganadería que le ampliara el plazo para su puesta en funcionamiento provisional, “habida cuenta de las dificultades económicas surgidas y la necesidad de pactar precios” con los ganaderos, al final ha terminado por abandonar la concesión.

Fabelo destacó que “por una vez” que Lanzarote cuenta con equipamiento del que no disponen por el momento otras islas, el Gobierno ha maniobrado para evitar que fuese obligatorio incinerar los restos de animales. No obstante, el consejero destacó el ahorro para los ganaderos, “que no añaden un coste más” por ahora, “con lo mal que lo están pasando”.