El presidente de Canarias, Paulino Rivero, ha pedido formalmente al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que “suspenda su actividad” en las islas, durante una reunión que han mantenido en Madrid para hablar de las futuras prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura.

Rivero dijo que “la creciente oposición en el Archipiélago a nivel institucional y social aconseja” que se “propicie un acuerdo entre el Gobierno del Estado y las instituciones canarias”. Reclamó que, “como hizo” el Gobierno de Zapatero, se “paralicen” las prospecciones “hasta que se produzca un acuerdo”.

El presidente del Gobierno regional aseguró que ha encontrado “receptividad y preocupación” en los accionistas de Repsol con los que se ha reunido en los últimos días por la contestación social que están sufriendo las perforaciones petrolíferas.

“Esta preocupación espero que se pueda trasladar al seno del Gobierno de España y que Rajoy tome este asunto de primera mano” porque, destacó, “empieza a escaparse del departamento correspondiente del Gobierno”, en alusión al Ministerio de Industria dirigido por José Manuel Soria.

“Empieza a ser un asunto que, por los derroteros que está alcanzando de rechazo social, exige que el presidente del Gobierno asuma el rol que le corresponde”, afirmó Rivero, al tiempo que subrayó que se trata del asunto “que más desafecto”, según su “intuición, “empieza a generar en Canarias” en relación con el Estado.

 “El presidente [Rajoy] tiene que tomar cartas en el asunto”, insistió Rivero, quien desveló que ha pedido una “reunión oficial con él”. Rivero resaltó su “intuición” de que el Gobierno español, “está trabajando para resolver desde el punto de vista político las prospecciones en Baleares, donde gobierna el PP”.

“Mi intuición me dice que están cocinando a fuego lento una declaración de impacto ambiental negativa para resolver el problema político en Baleares”, afirmó el presidente, quien consideró que ese distinto rasero es un “elemento inflamable” que se añadiría a las autorizaciones en frente de Lanzarote y Fuerteventura.

“Empuja” el ministerio

Rivero explicó que el presidente de Repsol le detalló las “medidas de seguridad con las que trabajan”. “De las conversaciones con accionistas” de Repsol “se desprende que este no es un asunto estratégico para ellos, que no es una de las zonas del planeta que más le atraiga ni entusiasme a la hora de desarrollar su actividad petrolera”, aseguró.

“Canarias no está dentro de sus decisiones estratégicas” y “es más bien el regulador”, en alusión al Ministerio de Industria de Soria, “el que está empujando” para que Repsol “siga adelante”. “Parece que tiene más interés de que no se paralice el expediente que los propios accionistas”, añadió.

El “humo” de Soria

Con respecto a la estimación de Soria efectuada este lunes de que la extracción de petróleo generaría entre 300 y 400 millones anuales en ingresos fiscales, Rivero dijo que se trata de “más humo” y que sólo pretende “desviar la atención”.  “Canarias no se vende, se defiende, que es lo que están haciendo los ciudadanos y las instituciones”, recalcó.

Vías legales abiertas

Por otro lado, el presidente indicó que hay “dos vías jurídicas abiertas” para frenar las perforaciones. La primera consiste en un recurso en amparo al Tribunal Constitucional contra la sentencia del Supremo, y la segunda un recurso contra la autorización de Industria, pendiente de que cobre firmeza, “pidiendo la suspensión cautelar porque entendemos que ya en la exploración hay riesgos de que se produzcan accidentes que pueden ser irreparables”.