1. “El Cabildo saca de nuevo a concurso el Albergue de La Santa mejorando las condiciones de su adjudicación”. Eso es lo que dice el propio Cabildo en nota de prensa. Es curioso que llame mejoras a pasar de querer cederlo por diez años y cobrando 360.000 euros a que sea por cinco años y cobrando 60.000 euros como canon. Es decir, que el Cabildo ingresará un tercio de lo que quería ingresar.

Así que las condiciones sólo mejoran para quien quiera hacerse con el albergue, no para el interés general, que es el que debe contar para el Cabildo, que dice que ha tardado en sacar el concurso para “dejar el albergue a punto, pintarlo y que quedase en condiciones óptimas”. Envuelto para regalo. ¿Merece la pena ceder un espacio por 12.000 euros al año? ¿No se puede gestionar de forma directa? ¿Cuánto dinero se ha gastado el Cabildo en poner a punto al albergue? ¿Sería mucho pedir que diera más información y menos propaganda barata?

2. Si se trata de hablar por hablar, Unelco Endesa no se queda corta. Su director general en Canarias dice que su empresa se ha encontrado múltiples problemas para instalar energías renovables en las islas. Es curioso que una empresa que tiene el monopolio de la energía se queje de cómo está el sector. Se refiere Pablo Casado a que ha habido problemas en los concursos eólicos, y que el Gobierno de Canarias les adjudicó en 2009 varios parques que hasta ahora no han podido desarrollar.

Claro, eso fue justo después de que el mismo Gobierno, en una maniobra increíble, quisiera dejar fuera a Inalsa, que entonces era una empresa pública, con una excusa inaudita: que en el proyecto estaba mal calculada la distancia entre las aspas de los molinos (una cuestión de centímetros). El Gobierno tuvo que dar marcha atrás pero aun así no le adjudicó la potencia a Inalsa, lo que posiblemente nos hubiera beneficiado más a todos (o no). Lo que hace falta, más que quitar las trabas a Unelco para las renovables, es evitar que siga siendo un monopolio con gasoil, con el viento o como sea.

3. La tasa sobre el carburante que ha puesto el gobierno de CC-PSOE en el Cabildo no parece muy oportuna, y habrá que ver si se destina el dinero recaudado al arreglo de carreteras, que es el objetivo final del impuesto. Ahora bien, es entrañable la preocupación del PP por la subida de impuesto y el encarecimiento de la vida. Debe ser que es ésta la medida más grave de las que afectan a los ciudadanos, y no las reformas impuestas por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Y más patético aún es el intento de llevar a todos los ayuntamientos una moción para que se posicionen en contra de la subida. ¿Pensarán que contrarresta las mociones contrarias a las prospecciones? De petróleo se trata, al fin y al cabo.