EL PASEO
Por Saúl García
Si se analiza la trayectoria del interfecto, se enmarca adecuadamente en la política insular contemporánea y se aplica el método deductivo, se llega a la conclusión inevitable de que la candidatura del PSOE en 2023 al Cabildo de Lanzarote estará encabezada por Loli Corujo y la completarán Juan Manuel Sosa y otras 21 personas más.
No nos quedemos ahí. Solo con un pelín más de ambición predictiva, podríamos llegar al consenso pacífico de que el consejero acabará ese mismo mandato, que desembocará en 2027, en las filas del Partido Popular. Por supuesto, siempre como consejero de sanidad, que se ajusta como un guante a sus características por dos motivos: por su condición de médico y por las escasas competencias que tiene la consejería.
Se critica mucho a la partitocracia española con el argumento de que no se valoran, en los cargos públicos u orgánicos, ni sus capacidades ni su formación ni su espíritu crítico, sino que el único valor al alza es su lealtad. No se le puede reprochar nada en este punto a Sosa, como no sea una pequeña disonancia temporal entre la lealtad requerida y la que ofrece. Él siempre es leal, no tanto a la lista por la que se presenta, sino al pacto de gobierno que le pueda ofrecer un cargo de responsabilidad para poder poner en marcha sus políticas. Las que sean.
Aunque no sea fácil determinar su legado de hechos probados, es indiscutible su contribución al fortalecimiento y la estabilidad de los sucesivos grupos de gobierno del Cabildo, y todo ello por un precio más que asumible. Para la función que hace, sale barato, no a los ciudadanos, pero sí a los grupos de gobierno.
Es enternecedor, por otra parte, el ímpetu de Coalición Canaria en su intento por hacer posible el escenario de una moción de censura. Es un intento vano porque ellos mismos saben de la lealtad de Sosa, que se presentó en 2015 como cabeza de lista de Nueva Canarias y acabó apuntalando, cuando fue necesario, el gobierno de Pedro San Ginés, para acabar compartiendo lista electoral cuatro años después.
En lo que va de año, CC ha dedicado 16 notas de prensa a Sosa con sus correspondientes iniciativas en el Cabildo o el Parlamento de Canarias: tres en mayo, seis en junio, una en septiembre, dos en octubre y cuatro en noviembre. El partido que lo acogió a mitad de la legislatura pasada está muy preocupado por el transfuguismo y por la institución de donde salen los fondos para pagar al consejero, como si no se tratara todo de dinero público.
La degradación de la política es de tal calibre que no hay disimulo. Sosa es la llave del gobierno, tanto si renuncia como si cambia de opinión. Unos necesitan derribarlo y otros mantenerlo. Y poco más. La cuestión es acceder al gobierno o mantenerlo y nos hemos acostumbrado a que parezca normal que con un sueldo se arreglan estas cosas, que ya no pasan factura.
Dice Sosa que la persecución de Coalición Canaria a su persona tiene dos objetivos: “De un lado ver si me aburro, dimito, pasa el siguiente de la lista y tratan de poner una moción de censura en el Cabildo y, de otro, ante la proximidad de las elecciones tratar de limar mi imagen para captar los votos que yo pueda tener”.
Aquí está la clave. A los gobiernos ya sabemos qué les das, pero a tus votantes: ¿qué les das, Sosa? ¿Qué les das?
Comentarios
1 VA Lun, 15/11/2021 - 13:34
2 Luis Lun, 15/11/2021 - 21:32
3 Anónimo Mar, 16/11/2021 - 08:47
4 Anónimo Mié, 17/11/2021 - 09:32
5 Más claro..el agua.. Vie, 19/11/2021 - 15:38
6 Anónimo Mar, 28/12/2021 - 13:19
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