Coalición Canaria y PSOE han logrado sacar adelante su proyecto de presupuestos gracias a la abstención de PP, PIL y los dos consejeros de CC, Sergio Machín y Mónica Álvarez. Sólo votó en contra la consejera de Alternativa Ciudadana, Mary Paz Cabrera.

Los presupuestos se aprobaron este lunes en el pleno del Cabildo con 11 votos a favor, 11 abstenciones y un voto en contra tras cuatro horas de sesión plenaria.

El resultado obedece más a una cuestión de estrategia política que a la conformidad o no con el presupuesto elaborado por el grupo de gobierno. El presidente, Pedro San Ginés, había presentado la votación de este proyecto de presupuestos vinculada a una moción de confianza.

Si el presupuesto no se aprobaba, como era previsible por un voto contrario de los dos consejeros díscolos de CC y de la oposición, la oposición tendría un mes para presentar y aprobar una moción de censura contra el presidente, o en caso contrario se entendería superada esa moción de confianza y aprobados los presupuestos.

Esto significaría automáticamente también que no se podría presentar una moción de censura contra San Ginés durante los próximos seis meses.

La moción de censura, tal y como están hoy las cosas, es casi imposible que salga adelante, por las dudas legales sobre si los dos consejeros díscolos de CC podrían votar contra su compañero y porque Alternativa Ciudadana ha dicho que no la apoyaría.

Sin el concurso de esos tres votos, la moción no puede salir adelante. Aun así, PP y PIL, para evitar que San Ginés quede “blindado” durante seis meses, decidieron abstenerse y permitir que los presupuestos se aprueben.

Si saliera adelante una cuestión de confianza no cabría moción de censura durante seis meses

Antes, tanto populares como pilistas habían retirado sus enmiendas. La consejera Astrid Pérez (PP) señaló que las retiraban porque no había ninguna garantía de que se fueran a ejecutar aunque se aprobaran. San Ginés, a pesar de que las retiraron, explicó una a una por qué las rechazaba, y las calificó como “inviables y grotescas”.

El grupo de gobierno ha estado dilatando la aprobación del presupuesto hasta dar con la fórmula que le convenía desde un punto de vista táctico. Al principio de la sesión, preguntado por el PIL, el secretario de la Corporación tuvo que reconocer que si el presupuesto se aprobaba (como así ocurrió), se daba por supuesto que no había tenido lugar una moción de confianza, aunque se tuvo que votar nominalmente como si se votara una moción de confianza.

El presidente del Cabildo calificó las enmiendas de la oposición de "inviables y grotescas"

Al vincular los presupuestos a una moción de confianza, la jugada de San Ginés era la de perder la votación y blindarse contra una moción de censura en los próximos seis meses, ya que no iba a prosperar una en el próximo mes. Paradójicamente, para evitar esta jugada, PP y PIL le han permitido aprobar el presupuesto.