Siscu Ruz, actor y profesor de teatro creativo: “En comunicación pública, menos es más”
Nacido en Barcelona, formado en Málaga y afincado en Lanzarote, Siscu Ruz ha adquirido ya nombre propio en el universo de las artes escénicas de la Isla. Fundador de la compañía Cuerpo Teatro, con la obra Semillas actualmente en cartel, es además profesor de interpretación en la sala Cúrcuma de Arrecife, desde la que imparte al común de los mortales tanto las más ortodoxas clases de teatro como técnicas para un mejor desenvolvimiento personal en circunstancias normales de la vida.
- Entre su Sabadell natal y su instalación en Uga existe un itinerario geográfico, temporal y emocional vinculado por su pasión por el teatro…
- Sí. Mi inquietud por el teatro comenzó siendo niño, en el salón de la casa de mis abuelos. Recuerdo que tenían un baúl enorme lleno de ropa y lo primero que hacía cuando llegaba a su casa era abrirlo para disfrazarme de cualquier cosa. Años más tarde, en la adolescencia, cuando ya ese baúl no me parecía tan grande, comencé a compaginar mis estudios de bachillerato artístico, con un curso de interpretación y expresión corporal los sábados por la mañana… ¡Nunca me había resultado tan placentero madrugar! Con la interpretación comencé a descubrirme más a mí mismo, mi imaginación, mi espontaneidad, mis miedos… Volvía a sentirme de nuevo como aquel niño que rebuscaba en el baúl. En Málaga, me licencié en interpretación textual en su Escuela Superior de Arte Dramático y después, tras reflexionar sobre los beneficios que me aportaba el teatro, quise empezar a compartirlos y cursé el máster en formación del profesorado. A partir de entonces no he parado de saltar de un lado al otro. Del teatro a la danza, de la danza a los títeres, de los títeres al teatro negro...
- El trayecto vital de Barcelona a Lanzarote es mayor que los 3.000 kilómetros que separan estas comunidades. ¿Qué le hizo dar el salto y qué balance hace de aquella decisión?
- La primera vez que vine a la Isla fue hace 12 años para trabajar como animador turístico. Lanzarote me pareció desolador, triste y demasiado tranquilo. En aquella época estuve yendo y viniendo siempre por trabajo y en cada uno de esos viajes iba conociendo un lugar nuevo, un atardecer, un volcán... y me fue entusiasmando. Hace cuatro años volví de nuevo para trabajar como responsable en un equipo de 22 personas montando espectáculos para un hotel. Cuando finalicé ese período de creatividad constante, que había nacido aquí, me sentí tan en deuda con la Isla que decidí volcar toda mi ilusión y comenzar un nuevo proyecto. Y hace un año fundé la compañía Cuerpo Teatro con el espectáculo Semillas, que compagino con la formación regular en la sala Cúrcuma y otros proyectos.
- La sala Cúrcuma en Arrecife reúne una oferta variada, vinculada a la formación artística. ¿Cómo surgió esta iniciativa y en qué consiste?
- El proyecto surgió de una gran profesional del mundo de la danza, Acerina H. Toledo. Ella llevaba muchos años con su academia, impartiendo clases de danza de diferentes estilos pero este año decidió ir más allá y comenzar con este nuevo reto. Sala Cúrcuma es un centro de danza y artes del movimiento, donde tengo la suerte de compartir espacio con grandes profesionales de la danza contemporánea, el ballet, el hip-hop, el yoga y otras artes del movimiento. A todos nos une la pasión por el arte y el entusiasmo de ampliar la oferta cultural y académica en este tipo de disciplinas artísticas.
“Bajo el manto del teatro podemos jugar a ser todo aquello que anhelamos, nuestro alter-ego, lo prohibido, podemos llorar, reír...”
- Su especialidad es la interpretación y el juego dramático, pero no solo destinado a personas con sueños actorales. ¿Qué aplicaciones tienen sus conocimientos en la vida diaria?
- A mí el teatro me ha aportado muchísimo más que unos cuantos aplausos al final de cada función. Me ha ayudado a saber quién soy, cuáles son mis fortalezas, mis demonios, mis sueños... Bajo el manto del teatro podemos jugar a ser todo aquello que anhelamos, nuestro alter-ego, lo prohibido, podemos llorar, reír... Es difícil describir todo lo que se despierta. ¿Cómo decir a que sabe una fresa si no la pruebas? Puedo asegurar que practicando teatro te sientes realmente vivo.
- Recientemente impartió un curso para aprender a hablar en público... ¿Manejar estas herramientas es tan importante hoy en día como venden la multitud de coach que nos contactan desde las redes sociales?
- Considero que es importante manejar estas herramientas porque ello implica que tenemos el control de la situación y no al contrario. A la hora de hablar en público no solo estamos comunicando a través de la palabra sino también desde la postura corporal, la mirada, la respiración, el gesto, etc. Por lo tanto, si somos conscientes de todo lo que está implicado en el acto de hablar podremos hacer llegar el mensaje tal y como queremos.
- ¿Cuáles son los pilares de una correcta comunicación pública?
- Siempre dependerá del contexto y el espacio en el que se lleve a cabo, pero en cualquier caso no podrá faltar el control de nuestra respiración para poder vocalizar y proyectar la voz, transmitir seguridad y confianza con nuestra posición corporal, tener una mirada activa y ante todo, saber lo que queremos provocar en el oyente con nuestras palabras. En ocasiones, nos centramos en hablar y hablar porque pensamos que si no verbalizamos aquello o esto otro, el mensaje no va a llegar, pero nos olvidamos que todo nuestro cuerpo habla. Una vez un profesor de interpretación nos dijo en clase una frase que siempre me gusta recordar y es muy frecuente oírla en este tipo de ocasiones: “Menos es más”.
“Creo que la oferta cultural debe de ser tan amplia que te falten horas del día para poder abarcarla. Un lugar donde no hay cultura es un lugar sin vida”
- ¿Qué nota le pondría a la oferta cultural de la isla y por qué?
- Le pondría un Progresa Adecuadamente. Creo que la oferta cultural debe de ser tan amplia que te falten horas del día para poder abarcarla. Tal y como yo lo concibo, las artes escénicas son un reflejo de la sociedad. Es el grito del pueblo a través del arte, lo que quiere, lo que sueña, lo que teme. Un lugar donde no hay cultura es un lugar sin vida. A pesar de que poco a poco en la Isla se va notando más inquietud y movimiento cultural, creo que no hay suficiente. La situación óptima sería aquella en la que los niños y las niñas demanden hacer teatro porque se consume, o que los adultos deseen acabar la jornada laboral para danzar porque han podido admirar una amplia oferta de piezas de danza.
- En su faceta de actor, ¿tiene algún sueño o proyecto en Lanzarote que no tenga que ver con la enseñanza?
- A través de la sala Cúrcuma durante el mes de diciembre llevaremos a cabo el proyecto "1 Kilo de Arte". Es una iniciativa que Acerina lleva años realizando, un evento de teatro y danza al que se accede donando 1 kilo de comida que se destinará a una ONG . Con Cuerpo Teatro tenemos varias funciones de Semillas. La próxima, el 28 de diciembre en el Teatro de Teguise. También estamos trabajando en el nuevo montaje que será algo muy especial, interpretado a través de la música, la danza y las marionetas. En cuanto a mis sueños, la verdad es que cada día tengo uno diferente. Soy un soñador y creo que el día que deje de hacerlo será porque me habré dormido para siempre.
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