Brito, en el homenaje al Cruz del Mar: “No es fácil superar el recuerdo de tan terrible crimen”
El jueves 28 de noviembre se cumplieron 35 años de un suceso que conmocionó Lanzarote. Un grupo de asaltantes, vestidos con buzos y armados con metralletas, abordó el pesquero Cruz del Mar en Punta de Cabiño, en el caladero sahariano, y mató a siete marineros lanzaroteños.
Sólo hubo tres supervivientes que lograron saltar al agua en medio de los disparos. Huyeron a bordo de una balsa salvavidas, a tiempo de ver explotar el barco. Las autoridades de la época señalaron al Frente Polisario como responsable; otros apuntaron al Ejército marroquí.
Siete lustros después, un monumento diseñado por Juan Brito y levantado en la arrecifeña plaza Juan de Quesada, recordará a los siete asesinados. Está ubicado junto al puerto al que tenía que haber regresado el Cruz del Mar. Es un conjunto escultórico presidido por un faro que supera los siete metros de altura. En su interior: una capillita con la imagen de la Virgen del Carmen, de la que eran devotos los fallecidos. Un sitio por fin donde poder dejar flores.
En la inauguración de esta semana hubo autoridades, emociones, claveles y poemas. Una forma colectiva de aliviar a siete familias que tuvieron que sobrevivir rotas, sin explicaciones y con una pírrica indemnización anual por lo que el Estado consideró un accidente laboral.
En su intervención, Brito dijo que no encontraba “palabras de consuelo” para “sobrellevar tan terrible dolor” y recordó a los desaparecidos: José María, Tito, Agustín, Alfredo, Juan, Rafael y Tanito. También manifestó su “más fuerte deseo de superación” para los supervivientes: Miguel Ángel, Manuel y Eusebio.
“No es fácil superar el recuerdo vivo y visual durante 35 años de tan terrible crimen presenciado y grabado en las pupilas, mentes y corazones”, destacó Brito, declarado Hijo predilecto de Lanzarote, quien se emocionó durante su alocución.
Consideró que, con el monumento, “podemos sentirnos más confortables, más unidos y más cerca de nuestros seres queridos ya desaparecidos”. Brito dijo que “La luz que nos guía”, como se ha bautizado la obra, “es la luz nacida de la tierra y de la sal, regada con el sudor, la sangre y las propias vidas de los mártires de la mar” y está dedicado “a todos los hombres y mujeres de la mar”.
Comentarios
1 anonimo!!!! Dom, 01/12/2013 - 14:48
2 Sergio Mié, 03/02/2016 - 18:00
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