El Cabildo de Lanzarote fue el único cabildo de Canarias que no aprobó los presupuestos del año 2022, pero ahora aprueba los de 2023 (también fuera de plazo ) y, como los estudiantes que aprueban a la segunda, saca pecho y dice públicamente que es la única institución de la Isla en aprobar los presupuestos de este año.

Y hasta habla de responsabilidad. Dice: “Es nuestra responsabilidad que el próximo gobierno que espero liderar tenga unas cuentas aprobadas tras las elecciones de mayo”. La misma responsabilidad que el año pasado. No ha cambiado nada y entonces argumentaba que el Cabildo podía funcionar perfectamente porque tenía los presupuestos prorrogados.

Las acciones políticas son un logro sin precedentes o no tienen ninguna importancia en función de quien las haga. Así no hay manera de tener criterio propio y que te tengan en cuenta en un partido. La obediencia lleva a un análisis más sencillo de la realidad. Solo hay que tener en cuenta las acciones positivas de los tuyos y las negativas de los otros. Y si no se puede esconder, la acción positiva es colectiva y la negativa, es iniciativa propia.

Veamos el caso del diputado Juan Bernardo Fuentes. Para el PSOE es un garbanzo negro. Iba por libre y el PSOE no tiene responsabilidad. La tiene, como mínimo, por no darse cuenta. Y, en el mejor de los casos, por no profundizar. La destitución de Taishet Fuentes no debió ser por unas palabras poco afortunadas. La ventaja que tiene el análisis ventajista es que si fuera un diputado de CC o del PP, para el PSOE no habría ninguna duda de que se trata de una muestra más de la corrupción sistémica de ambos partidos.