EL PASEO
Por Saúl García
De los productores de “Arrecife se muere si no se abre la Avenida” llega ahora “Arrecife se muere si se protegen algunos edificios en el centro”
Afortunadamente, una ciudad se conforma con las decisiones y acciones de miles de actores diferentes, condicionados por las circunstancias del momento. Su rumbo no depende solo de las decisiones de sus alcaldes o alcaldesas.
En abril de 2003, un mes antes de las elecciones locales (tras las que sería reelegida), la entonces alcaldesa de Arrecife, Isabel Déniz, decía, en una entrevista en La Provincia que defendía la creación de un aparcamiento en el centro de la ciudad “porque si no Arrecife se nos muere”. “La vida se genera alrededor de los aparcamientos y eso está estudiado en ciudades importantes y aquí no podemos hacer experimentos porque podríamos perjudicar al comercio, que es de lo que vive Arrecife”, añadía. El aparcamiento se hizo. Era imprescindible para poder reconstruir el Gran Hotel, no para revivir la ciudad. Arrecife ni se murió ni resucitó.
Ha pasado mucho tiempo pero la mentalidad no ha cambiado tanto. El pensamiento mágico, mezclado con la desfachatez, sigue siendo el motor de las decisiones. Hace ya casi tres años que la actual alcaldesa decidió que el tráfico volviera a la Avenida. El día que decretó su vuelta, dijo que su apertura simbolizaba “el inicio de la reactivación comercial y económica del centro de la ciudad”, que se apoyaría “en el tejido del pequeño comercio, la hostelería y el sector servicios para lograr hacer más atractiva esta zona ante los miles de visitantes que cada año viajan a Lanzarote, en cruceros, o se alojan mayoritariamente, en las zonas turísticas de los otros municipios conejeros”. Era la medida estrella para “la puesta en marcha del plan para relanzar el centro de la capital de Lanzarote”.
Parece que ya es buen momento para decir que la reapertura no ha logrado ese objetivo que, por otra parte, ya se sabía que era imposible, a no ser que alguien creyera de verdad que porque unos coches pudieran pasar por un tramo de carretera se iba a relanzar el comercio, como si a Arrecife no le afectaran los mismos condicionantes que a otras ciudades, sean importantes o no. Estos eran los argumentos de Astrid Pérez: “En Europa es poco común el cierre a la circulación de una urbe en un punto cardinal donde se concentra el 80 por ciento del tráfico que pretende acceder, cada día, al centro de esa ciudad”. Hay dos estadísticas inventadas en esa frase: lo del cierre poco común de Europa y lo del 80 por ciento, por no entrar a que la Avenida, aunque esté al sur, no representa en exclusiva un punto cardinal.
Pero algo debió salir mal cuando Arrecife se muere de nuevo. De los productores de “Arrecife se muere si no se abre la Avenida”, y más divertida aún que “En cuanto cierre el Zara, Arrecife se muere”, llega ahora “Arrecife se muere si se protegen algunos edificios en el centro”. Próximamente en sus pantallas: “Un nuevo centro comercial en Valterra salvará la ciudad de Arrecife”.
El día que nos demos cuenta de que una ciudad es algo más que unas calles donde se compra y se vende, a lo mejor dejamos de votar a aspirantes a gestores de centros comerciales.
Comentarios
1 Barranco Lun, 11/04/2022 - 11:18
2 Argana viva Lun, 11/04/2022 - 11:20
3 Ministro Lun, 11/04/2022 - 11:23
4 Corrijo Lun, 11/04/2022 - 11:36
5 Isra Lun, 11/04/2022 - 12:01
6 Avenida Lun, 11/04/2022 - 12:03
7 cerezo Lun, 11/04/2022 - 12:45
8 Anónimo Lun, 11/04/2022 - 20:43
9 Pejín Lun, 11/04/2022 - 22:31
10 Educación Mar, 12/04/2022 - 14:07
11 El Puerto Mar, 12/04/2022 - 18:59
12 Observador Vie, 15/04/2022 - 21:43
13 Observador Vie, 15/04/2022 - 21:49
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