2 COMENTARIOS 15/01/2024 - 08:54

El 10 de enero de 2004, Dimas Martín ingresaba en prisión para cumplir la condena por el caso de la compra del voto de un concejal del PP. Tardó dos horas en entrar jaleado por unas 500 personas que fueron a acompañarle. Era presidente del Cabildo y no dimitió hasta seis meses después. Ya estaba condenado cuando alcanzó un pacto con PP y CC, cuyo vicepresidente en funciones le visitaba para tomar las decisiones en el Cabildo.

Solo cinco días después, el día 15, María Isabel Déniz, que era alcaldesa de Arrecife y compañera de Dimas, volaba junto al secretario Fernández Camero y sus parejas hacia el Kilimanjaro, en un viaje de placer pagado por Urbaser. Dos destinos tan dispares en tan poco tiempo no tuvieron que sentar bien.

A la vuelta, Déniz y sus compañeros del PIL dieron una rueda de prensa con unas camisetas donde se leía “Dimas, preso político”. Ni se lo creían ni querían hacerlo. Poco después, ya no estaban en ese partido. CC acabó acogiendo con los brazos abiertos a Déniz y a medio PIL. Se escribió mucho sobre esa escisión como si hubiera motivos políticos cuando eran solo negocios.

Se rompió el pacto en el Cabildo y acabó gobernando el PSOE con los fugados del PIL. En 2007 el pacto del PSOE fue con el PIL de Dimas, alegando que Déniz era peor y que el PIL se había renovado. Solo dos años después se vio que la renovación solo era de caras, no de costumbres. El PSOE quedó en minoría y la ocasión la aprovecharon PP, CC y PNL para gobernar en el Cabildo y Arrecife, incluso esperando a que dos concejales salieran de la cárcel para que votaran la moción de censura.

A todos les estalló la corrupción de entonces y la de años anteriores: las comisiones ilegales en Arrecife y las adjudicaciones de Urbaser y el pabellón de Argana, entre otras muchísimas cosas, porque el caso empezó por una denuncia por un soborno para Playa Blanca.

El caso Unión ya terminó. Finalmente fueron ocho piezas, todas con condenas a pesar de los esfuerzos en cargarse el caso, de la indiferencia de gran parte de la población y de los augurios de gran parte de la clase política de que todo se iba a desinflar. Si se ha cerrado una etapa, que no está claro, desde luego no ha sido por los esfuerzos desde la política en regenerar las instituciones.

Comentarios

Hablando en plata, la situación es así porque si montas tu propio partido y tienes éxito, tu familia no duerme tranquila. Al ser una isla todos son amigos. El estado debería tomar cartas en el asunto, que somos colonia para lo bueno y para lo malo.
En esta isla algo pasa en la política cuando los mismos permanecen años y años sin recambio . Algo pasa cuando jóvenes cualificados, universitarios bilingües y con experiencia no llegan a las cabezas de las listas una y otra vez . Algo pasa cuando solo los del entorno del si guana pueden aspirar a un cargo en el partido y por supuesto callados . Algo pasa cuando Lanzarote está estancada en temas relevantes que afectan a nuestro futuro y el de nuestros hijos por culpa de políticos asentados en el pasado y sus intereses de partido . Algo pasa cuando nosotros ciudadanos permanecemos impasibles.

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