Cuando empieza a haber movimientos, nunca se sabe, aunque sea para sumar. Ahora se quiere reforzar el grupo de gobierno del Cabildo con otro consejero. Lo importante es la aritmética, no la acción. Que los números sean suficientes para gobernar aunque solo sea por el hecho de gobernar.

Si se echa la vista atrás, en el Cabildo y la mayoría de ayuntamientos, el panorama es desolador: mociones de censura, transfuguismo, escisiones, sucesivos pactos de los mimos elementos combinados de otra manera… Y el resultado está a la vista.

Cuando lo importante es mantener la plaza, se resta tiempo y esfuerzo al hecho principal, que es hacer algo con esa plaza que se quiere mantener. Hace años la situación no era mejor, pero se disimulaba. Aunque fueran excusas, se buscaban argumentos. 

El PP ha iniciado una purga interna. Los protagonistas no hablan de ella pero existe, aunque no se sabe por qué. Y puede tener repercusión, claro, al menos en Arrecife. Otro posible cambio. Como si gobernar en Arrecife fuese un premio y no una responsabilidad.

Se ponen nerviosos en el gobierno por la posibilidad de perder el cargo y se ponen nerviosos en la oposición por la posibilidad de alcanzarlo. Si tuvieran paciencia para gobernar y para esperar su turno, la recompensa sería mayor. Lo que pasa es que sería una recompensa colectiva, no individual.