El Cabildo de Lanzarote tiene un Director insular de Asuntos Europeos, Agenda 2030 y Promoción Económica que resulta que se pregunta, como es lógico, hacia dónde va Lanzarote, y deja sus reflexiones por escrito.
Para facilitar la comprensión al lector se adelanta con una sinopsis llamada ‘mensaje central’, que sería el resumen de lo que quiere decir. Es buen resumen: cuando se hace una síntesis del vacío, se obtiene algo semejante a la nada.
Se infiere de lo que escribe que reclama una valentía colectiva para conectar con el pasado (pero da la impresión de que más con las intenciones que con los resultados) y una unidad y consenso para girar el rumbo de la Isla. Si hubiera en el texto alguna propuesta más concreta se podría realizar sobre ella una crítica.
Hay comparaciones con otros territorios y alusiones a proyectos como la reforestación participativa, la restauración de corales o “mecanismos financieros que permiten al turista contribuir directamente a proyectos de sostenibilidad local”. Queda la duda de si utiliza eufemismos o es que las expresiones que plasma no tienen un referente.
Y luego tiene referencias extravagantes: “Pero esto exige más que buenas ideas. Requiere una narrativa común que trascienda banderas. El Plan Insular de los años 90 demostró que los consensos técnicos pueden generar estabilidad institucional si se prioriza lo colectivo”.
Si todo el análisis del pasado está construido en base al mismo rigor, es para echarse a llorar. A partir de 1991, con el PIO, luego la Moratoria y después con las sentencias, derivadas de aquello, por los hoteles ilegales, se produce el periodo de mayor inestabilidad institucional en el Cabido, y algunos ayuntamientos, en gran parte derivada de las presiones de intereses privados infiltrados en las instituciones, incluida la moción de censura del año 2009.
El mensaje central al que antes me refería es el siguiente: “Lanzarote se encuentra ante una encrucijada histórica. Para afrontar sus retos estructurales y regenerar su modelo económico, social y territorial, debe reconectar con su espíritu rebelde, no desde la nostalgia, sino desde la valentía de reinventarse colectivamente, huyendo de la polarización, activando su talento global y apostando por soluciones integradas y visionarias”.
Pues eso: espíritu rebelde, activar el talento global y soluciones integradas. ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?













Comentarios
1 Anónimo Lun, 14/07/2025 - 09:25
2 Artemio Lun, 14/07/2025 - 12:35
3 Madalena Jue, 17/07/2025 - 00:43
4 Observador Sáb, 19/07/2025 - 19:48
5 Observador Sáb, 19/07/2025 - 19:54
6 Pal 2 Lun, 21/07/2025 - 08:28
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