Más allá del error del Juzgado, que se acabó aclarando, que colocaba a Canal Gestión como impulsor de la petición de ejecución de la sentencia que ganó Club Lanzarote para revisar el contrato entre el Consorcio del Agua y la empresa madrileña, sorprende la sobreactuación de Canal de Isabel II en su respuesta. 

En un ataque de dignidad, Canal Gestión dice que “el agua es un recurso esencial para la vida y su gestión exige seriedad, transparencia y compromiso”. Y no se quedan ahí. También exigen que se actúe “con el máximo rigor y responsabilidad (...) sobre un asunto tan sensible como es este” y aseguran que la gestión del agua “no puede verse empañada por malentendidos, interpretaciones erróneas o informaciones inexactas, inveraces o falsas”, además de reiterar su “compromiso firme con la gestión de este servicio esencial, respetando en todo momento el marco contractual y ordenamiento jurídico vigente y trabajando siempre para mantener el servicio”.

Así escrito queda muy bien, si no fuera porque lo hace una empresa que lleva doce años con la gestión del agua en la Isla, que llegó con la sombra de la corrupción de su empresa matriz, con las dudas del procedimiento negociado por el que se adjudicó el servicio, que detuvieron a su gerente, que no ha logrado recortar las pérdidas en red, no ha dejado de perder dinero cada año y lo más importante: ofrece un servicio deficiente o directamente no lo ofrece.  

En su comunicado, Canal llega a decir que “ninguna sentencia ha ordenado, anulado o revisado el contrato vigente”. Y añade: “No es verdad”. Es un matiz, y por eso no es necesario ser tan contundente. En la Memoria de sus propias cuentas, la empresa dice sobre esa sentencia que “puede provocar que se declare la nulidad de los actos preparatorios del contrato”. “Esta declaración de nulidad sería declarada tras la tramitación del procedimiento de revisión de oficio” y “provocaría la nulidad del contrato mismo”, asegura este documento.

Con la misma contundencia han negado haber solicitado la ejecución de la sentencia. Con un pequeño matiz: que resulta que la empresa que lo ha solicitado es contratista de Canal Gestión.