2 COMENTARIOS 05/06/2023 - 08:50

Tenemos una sociedad tan economizada que los resultados electorales ya se parecen peligrosamente a la banca, que privatiza sus beneficios y socializa sus pérdidas. No parece que esté de moda la autocrítica pero se ha dado un paso más. Antes se admitían los malos resultados pero se achacaban a las circunstancias. Ahora es que se niega que los resultados malos sean malos resultados. 

Los pactos, cuanto antes, que si no se enfrían. Cuanto más tiempo pase sin que haya pacto, más puertas abiertas. Y como hemos dado por bueno que lo que importa es la suma, la combinación, y no el objetivo, pues nos vale todo. Cuestiones tan razonables como preguntar para qué se quiere pactar, cuáles son los logros que se quieren conseguir o que se quieren evitar, han quedado relegadas ya al capítulo de la ingenuidad. Parece que lo profesional, lo serio, es preocuparse de cómo se garantizan unos pocos su futuro inmediato.

En Lanzarote, el PSOE algún día tendrá que definirse de alguna manera distinta al mantra de que son un partido de gobierno. A lo mejor tiene que hacer una reflexión y decidir si solo quiere gobernar para evitar que no gobiernen otros o quiere contribuir a una sociedad mejor. En las últimas décadas ha gobernado con todo el mundo: con el PIL, con CC, con el PP, con Podemos y hasta con el doctor Sosa. Y en la trastienda de esos pactos siempre se ha oído que era un mal menor.

En 2005 fue con CC para salir del desastre de seis presidencias en dos años; en 2007 con el PIL porque había que alejar del gobierno a la CC de Isabel Déniz. En 2015 con la CC de San Ginés, no se sabe bien por qué; en 2019 con el PP para alejar de las  instituciones a San Ginés y en 2021 con Podemos porque les venía bien. Es verdad que no hay una gran diferencia con los otros dos partidos mayoritarios, pero es que CC y PP ni siquiera disimulan. Por otro lado, la izquierda se ha quedado fuera de las instituciones pero lo ha estado otras veces y ha logrado influir desde la calle. Con resultado dispar, eso sí. Pero la política no termina en las elecciones.

Gobierne quien gobierne, esperemos que al menos haya un consenso sobre el diagnóstico, porque si no, no hay nada que hacer. El agua, el medio ambiente, el modelo turístico (el modelo económico), el sector primario o la vivienda no necesitan unos parches, ni un eslogan, ni un plan, ni contratar a unos expertos. Necesitan una visión a largo plazo pero una actuación inmediata.

 

Comentarios

Y si los pactos se ratificaran mediante referendum? Tendría la ventaja extra de duplicar los costes a quienes compran votos.
No hay caso. Estamos pulverizados.

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