EL PASEO
Por Saúl García
Da la impresión de que la política toma lo real como inevitable y lo simbólico como obligación
Ya no hay conserveras. Unas son ruinas y otras se han convertido en un centro comercial. Tal y como evoluciona la cosa, no tardará mucho en no haber barcos pesqueros y parecerá que había un destino escrito y que es una resolución inevitable. Da la impresión de que la política toma lo real como inevitable y lo simbólico como obligación.
Donde estaban las conserveras y las mujeres que trabajaban en esas fábricas ahora hay una escultura de homenaje. Igual que donde atracaban los barcos ya hay un atunero en tierra esperando a convertirse en una especie de museo y puede que en el futuro también haya un museo del mar para recodar que alguna vez hubo pesca.
En la inauguración de la escultura a la mujeres conserveras se dijeron cosas tan altisonantes como que estas mujeres, “con su trabajo, han hecho perdurar nuestras tradiciones, nuestra cultura, y son un ejemplo de dignidad y de lucha por la igualdad y el reconocimiento de su labor en un mundo a menudo hostil y siempre muy duro” o que esa escultura escenifica “de dónde venimos”.
Los políticos del futuro inaugurarán con estos mismos argumentos una escultura en homenaje a las kellys, y algunos de ellos, que serán también los del presente, defenderán su dignidad pasada cuando se opusieron a mejorar sus condiciones en el presente.
En los últimos años se han instalado esculturas de Doña Dorotea, el Pollo de Arrecife, Los Diabletes, Los Buches, la luchada, el camello, el tonelero, la malagueña… y hasta de César Manrique. Algunos aún están en activo, pero si te encargan una escultura, el mensaje está claro: a partir de ahora vamos a tope con el símbolo pero la realidad es tu problema.
Con el caso de César se ve claramente. Ese aeropuerto que lleva su nombre va a batir el récord de llegadas. Mientras se pide que se exima a los aviones de la tasa del combustible, dice el presidente del Cabildo que ha conseguido “dos acuerdos de colaboración fundamentales para Lanzarote”. Pues el primero es que “el proyecto de remodelación del área terminal del aeropuerto respete el espíritu de la obra de César Manrique”. Para qué dedicarse a la ética si la estética es mucho más agradecida.
Comentarios
1 Una Lun, 13/11/2023 - 12:57
2 Anónimo Lun, 13/11/2023 - 17:05
3 Sentido común Lun, 13/11/2023 - 17:11
4 Anónimo Mié, 15/11/2023 - 10:04
5 César Jue, 16/11/2023 - 12:16
6 César Jue, 16/11/2023 - 12:22
7 Pr Lun, 20/11/2023 - 09:03
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