La irresponsabilidad política no se refiere solo a estar gobernados por irresponsables sino a que los políticos no sean capaces de admitir su responsabilidad. Ya son muchos los ejemplos de cargos públicos que, como no tienen un reproche penal, consideran que sus políticas eran las correctas. Si la chapuza fuera delito, no habría cárcel para tanto político.

Uno de los maestros del despiste es Pedro San Ginés, hoy senador. El Tribunal Supremo le ha archivado en solo dos días los dos procedimientos que tenía abiertos. Como no hay delito saca pecho, como lo sacó por el archivo del proceso penal de la incautación de la desaladora de Montaña Roja, a pesar de que se demostró que no debía haberla ordenado.

San Ginés no será responsable penalmente de la contratación de su amigo Ignacio Calatayud como abogado para el concurso de acreedores de Inalsa pero sería muy aventurado por su parte calificar como un éxito político el resultado de ese concurso, la privatización de Inalsa y el contrato con Canal Gestión. Llegó a decir en una ocasión que la llegada de Canal Gestión era una “bendición” para la Isla. El paso del tiempo no le ha dado la razón. Es evidente que la gestión del ciclo integral del agua no es buena. No hace falta entrar en muchos detalles.

Continúan los cortes de agua en muchas zonas de la Isla, no hay un agua agrícola decente, se espera la subida de la tarifas y se necesitan todavía más de 100 millones de euros de dinero público para atajar las pérdidas y poner el servicio a punto. Frente a esto hay otra realidad: su amigo Calatayud cobró más de un millón de euros porque era el abogado de la empresa pública. La empresa va mal, pero al abogado le va bien.

Y ya es casualidad que, siendo él presidente y cuando ya había otro abogado designado para ese procedimiento, acabe siendo el abogado de Inalsa su gran amigo, el yerno de su casero, y se lleva esa cantidad de dinero. “Te hacen falta tres vidas para agradecer lo que has ganado conmigo”, le decía en un mensaje. Pues esto no será delito pero se puede decir claramente que es un ejemplo de libro de la gestión de una institución pública como un cortijo.