EL PASEO
Por Saúl García
No se crean que los políticos son los únicos en equivocarse al hablar, también se equivocan al escribir, aunque esto ocurre menos por falta de uso. Los que más nos equivocamos en la escritura somos los que más la usamos: los periodistas... y los gabinetes de comunicación, claro, entre otros.
No se crean que los políticos son los únicos en equivocarse al hablar, también se equivocan al escribir, aunque esto ocurre menos por falta de uso. Los que más nos equivocamos en la escritura somos los que más la usamos: los periodistas... y los gabinetes de comunicación, claro, entre otros.
Por ejemplo, la Agencia ACN Press empezaba hace años así una crónica: “La última obra póstuma del archivero mayor de la Diócesis canadiense y rubicense será presentada en sociedad este lunes (...)”. No se asusten, ni el archivero era un subordinado del obispo de Toronto ni se habían ampliado las fronteras de Canarias, por mucho que algunos así lo crean, como el Ayuntamiento de Tías que en una ocasión anunció, con motivo del Encuentro de música popular El Pavón, que uno de los grupos había actuado “en infinidad de pueblos de Gran Canaria”. Ya sería menos, ¿no?
Y es que con los pueblos y la geografía no es fácil acertar. El Cabildo de Lanzarote envió una nota en una ocasión sobre los problemas con los corrales de Zoo, en los que debía de haber mucho más que cabras y el Ayuntamiento de Arrecife aseguraba que había comenzado “la canalización de aguas fluviales en la calle León y Castillo”. No hubiera ido la nota tan desencaminada si se hubiera referido las calles de Argana unos años después.
A veces el error llega por el exceso de pasión. Uno se anima al escribir y le puede pasar como a la Unión Deportiva Lanzarote que pidió a la afición que animara al equipo “como siempre a ritmo de percusión y bazucadas”. Y otras veces llega por querer dar muchos detalles, como le pasó a la Guardia Civil en un crimen ocurrido hace una década en la Isla, que trasladó a la opinión pública que “próximo al cadáver se halló un chaleco negro sin mangas con un pin que representa un pez”. Una pista crucial para detener al asesino.
Por eso, ante cualquier duda lo mejor es hablar claro. Aquí tienen una muestra: “El Cabildo de Lanzarote dinamiza esta iniciativa con el objetivo de optimizar las tareas informativas (...)”, y el que no lo entiende es porque no quiere. Y otra más de una asociación empresarial recién creada hablando de su primera reunión: “Se evidenció la ausencia involuntaria de muchos empresarios interesados en integrarse en ésta debido especialmente a circunstancias determinadas que les imposibilitaron asistir”. Y punto.
Y para terminar, como rectificar es de sabios, nada mejor que aclarar las cosas. Así lo hizo la Policía Local de Arrecife para que no quedaran dudas de que un radar que había entrado en funcionamiento no lo habían comprado ellos sino que se lo había cedido la Jefatura provincial de Tráfico: “Utilizamos la palabra adquisición sin otra intención que la de comunicar que el Ayuntamiento de Arrecife adquiere la dotación”. Pues aclarado queda.
Como aclarada quedó la hora en la que comenzaban los actos del Día de Canarias organizados por el Ayuntamiento de San Bartolomé: “El horario de los actos con motivo del Día de Canarias es a las 12:00 horas, que en la nota de prensa me había equivocado y puesto a las 12:00 horas”. ¿Ven qué fácil?
Y es que hay días mejores y días peores...
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