El ímpetu es enemigo de la mesura, de la reflexión. Queda un año para las próximas elecciones y los previsibles candidatos empiezan a ver que les falta tiempo o espacio para colocarse (en las listas). El ímpetu lleva a decir cosas sorprendentes. Solo así se explica que el exvicepresidente del Cabildo, Jacobo Medina, que lo era hasta hace cinco meses, diga que la presidenta del Cabildo lleva desde el principio de mandato "vendiendo humo”.

La parte controvertida de la frase está en la referencia temporal: “desde el principio del mandato”. Es decir, cuando gobernaban juntos. Lo peor es que, probablemente tenga razón. En eso y en lo que denuncia: el retraso en la cesión de suelo para construir 64 viviendas en alquiler social. Un problema que sí requiere de urgencia y acción, aunque, visto lo visto, quizá no tanto como un rally o la invitación para inaugurar un pabellón antiguo.

El ímpetu, combinado con la distancia, aliada del olvido, permite hoy decir cosas que no se podían decir ayer. Así se explica que el concejal de hacienda de Teguise, Miguel Ángel Jiménez, diga: “Cuando llegamos al Ayuntamiento en el año 2011 la situación era muy crítica desde el punto de vista económico y no había ni para comprar tachas”. Pues resulta que cuando llegaron en 2011, en realidad ya estaban allí, porque el alcalde al que sustituyó el actual alcalde también era de Coalición Canaria.

En esa misma nota de prensa, habla el alcalde, once años después, de la herencia recibida, de atender a los servicios básicos, que es como presumir de respirar, y de ser referentes “en ayudas para la reinserción laboral, apoyo al tejido asociativo, ayudas sociales y al estudio, apoyo las pymes y autónomos”... y, atención redoble, “dinamización”. Teguise, municipio referente en dinamización. A ver quién supera eso.

Lo dicho. Que queda un año para las elecciones. Cojan lápiz y papel, que después todas estas palabras se pierden como lágrimas en la lluvia.