Tiene que haber muchos ejemplos más, pero hay dos paradigmáticos en la Isla de políticos que parece que no tienen pasado y que sí lo tuvieron, y bastante triste, pero que sin embargo siguen viviendo de la gestión pública: los ex concejales de urbanismo de Yaiza y de Teguise.

Poco han tardado en llegar, después de la primera condena del caso Unión, nuevas noticias sobre la instrucción propiciadas por uno de los principales imputados, Luis Lleó, que se agarra a un clavo ardiendo para intentar que no se le condene. La Audiencia ha aceptado que se incluyan en el sumario unas pruebas que no había aceptado la juez instructora. Es decir, lo normal en cualquier instrucción. De ahí a anticipar el resultado de esas pruebas o su validez en un juicio o la influencia que tendrán en la anulación o no de parte del caso, es mucho anticipar.

Cuando sopla “el viento del moro” (del sudeste) y el océano rompe con fuerza occidental, en el pueblo marinero de La Santa se produce un fenómeno de proporciones titánicas: es El Quemao, una de las cinco olas más peligrosas y codiciadas del mundo. En 2009, esta muralla de agua se cobró la vida del Fula, un querido surfista local. El I Quemao Class de Surf y Bodyboard le rendirá homenaje en las mismas aguas que le dieron y le quitaron la vida.

El Cabildo de Lanzarote hace cosas muy raras. Su política de comunicación, por llamarla de alguna manera, es peculiar. Responde, en todo caso, a la personalidad, al perfil de su presidente, una persona que vive montada en un matiz que sólo le interesa a él, y que se ve impelido por una fuerza invisible a corregir o apostillar a todo aquel que aparece junto a su persona en una comparecencia pública, sin distinción de sexo, condición o edad. También tiene un impulso irrefrenable (y que no frena) por decir la última palabra, aunque aporte la misma información que la primera. Pero eso es otro tema.