“En consecuencia, no puede hablarse ni en cuanto al auto ni en cuanto a los mandamientos, de falsedad de los mismos”. La frase es clara. Es una de las últimas de un auto del TSJC por el que no se admite a trámite una querella de Luis Lleó contra los instructores del caso Unión. Deja lugar a pocas dudas...
Pues en las elecciones del cambio, las de la incertidumbre, las del giro a la izquierda, las de la renovación, el cambio generacional, y cualquier otra etiqueta más que se le quiera poner… al final el resultado se parece mucho, pero mucho, a un resultado ya conocido.
Hace no tanto se daba por supuesto, y por bueno, llegar a pactos de gobierno que se convertían en Reinos de Taifas: tú haces lo que quieras en tus áreas y yo en las mías y no nos molestamos. Ahora, públicamente se dice otra cosa pero la negociación es más o menos la misma.
Cuando Pepe Mediavilla (Barcelona, 1942) pide agua, suenan timbales de aventura y puede ocurrir algo extraordinario. Podría llegar un hobbit, quitarse la capa y pedir una habitación en el Hotel Lancelot.
Acaba de terminar la instrucción de la primera de las piezas principales (la otra es la de Urbaser) de la operación Unión. Han pasado exactamente seis años desde las primeras detenciones. También ha pasado exactamente una legislatura y media en la que ha cambiado (o no tanto) el panorama político insular.
Lo primero que hay que decir es que todas las previsiones de este mismo blog no sirvieron para nada. El análisis previo partía de una base incontestable y otra previsible: que el censo electoral había aumentado y que la participación al Cabildo iba a ser más alta que en las anteriores elecciones. No fue así. Del 54,8 de participación se ha pasado al 52,5. La otra previsión es que ese supuesto de participación iba a beneficiar a los partidos nuevos y a los partidos pequeños, y esto a pesar de que no aumentó la participación, sí se cumplió.
Partido Popular y Coalición Canaria, si les sale la cosa bien, se quieren repartir Arrecife y el Cabildo. De este pacto a nivel regional se viene hablando desde que Clavijo tomó las riendas de los nacionalistas, pero en Lanzarote es aún más evidente. Incluso la campaña apunta a eso.
La batalla por gobernar el Cabildo. Las encuestas al Cabildo que se han publicado dan como vencedor con holgura a Pedro San Ginés. Si se cumplen, automáticamente volvería a convertirse en presidente. Otra cosa será con quien gobierna y si dan los números para que sea necesario solo un socio (PSOE y PP son obviamente los mejor situados) o si es preciso buscar más apoyos.
No sé si es por necesidad, por falta de imaginación, por mimetismo o por todo esto junto, aunque intuyo que se trata sólo de una cuestión electoral. Hay que dirigirse a aquellos colectivos más numerosos, donde hay más votos, y si puede ser que sean, o al menos lo parezcan, más desfavorecidos.