Ángela Vicario

La insoportable levedad de Marcos Hernández

Acostumbrado a pisar moqueta desde hace varias legislaturas, Marcos Hernández odia provocar ruidos que puedan perturbar la idílica paz en la que ha procurado vivir a lo largo de estos años.

Marcos es un hombre de convicciones. Muchas y variadas convicciones. Si necesitas un sí claro y rotundo, has dado con el hombre adecuado. En caso de precisar un no contundente y definitivo, no te preocupes, Marcos es tu hombre. Y si lo que te falta es un quizás, o un tal vez, o un puede ser, o un lo estamos mirando, no desesperes que en la mochila de Marcos comparten pacíficamente el espacio los sies, los noes, los quizaces, los tal veces, los puede ser, los lo estamos mirando, los estamos trabajando en ello y todo tipo de valores y sus contrarios, todo tipo de afirmaciones y sus negaciones respectivas.

Marcos es tu hombre. No lo dudes. Nadie capaz como él de defender a boca llena una cosa y con la misma boca, más llena aún, defender la contraria, todo con tal de mantener impoluta su figura y evitar que se le cuestione.

Son muchos los años que lleva Marcos dejándose mecer por el viento, haciendo suya la máxima de que quien que cae es el árbol recio, mientras que el junco flexible se inclina ante el vendaval y vuelve a erguirse al llegar la calma.

Pero a veces llegan tiempos revueltos. El aire sopla. Luego para. Luego sopla endemoniado ora desde un lado, ora desde otro. El junco se aturulla, se marea. Se dobla a destiempo, se yergue cuando no toca en una danza disparatada y patética.

Y esos son los tiempos que ahora corren. Y Marcos se ha visto superado por esos vientos cambiantes que no le permiten pensar con calma si toca agacharse para que no se le vea, o sacar pecho para quien tiene que tomar debida nota anote los puntos correspondientes en su casillero.

Marcos está atrapado en una guerra de valores, por más que se empeñe en interpretar la situación como la mera antesala del próximo congreso. Marcos, y mira que odia tener que hacerlo, ha tenido que exhibir su lealtad al patriciado, aunque le haya llevado a renunciar a su aspiración de ser el perpetuo tribuno de la plebe.

Marcos, como el cobarde oportunista que siempre ha sido, al oír los aullidos de rabia que persiguen a Corujo ha sumado su ladrido de chihuahua histérico tratando de ganarse un lugar de privilegio en el nuevo orden que pretenden construir los depredadores.

Al final, su insoportable levedad hará que le arrastre el viento.

Comentarios

Bufffffff....! Me temo que comenzó el corte de cogotes en el PSOE conejero. Marquitos: ¡agárrate!
Me gusta la descripción. Muy acertada.
Marquinhos desde Tenesa al OPUS, ¿te has hecho numerario de la obra?
Dos legislaturas como la del CALORET y pensión vitalicia. No tiene un pesebre en el Cabildo Insular y ahora quiere ser presidente de Canarias. ¡Arranca colchón!
¿ Esta Ángela Vicario, es la misma personaje de García Márquez ?. Que de su nombre el autor de este escrito. ¿ Será el asesor nefasto de Guatiza ?
La prensa seria, cuando publica un artículo con nombre falso, inventado o seudónimo, lo aclara y especifica. La prensa seria, dije.
La cobardiia queda siempre sujeta al anonimato. Solo que todo el mundo sabe quién está detrás de esa cobardiia y también saben a qué intereses idolatra. Para más pistas, suele pasar de vez en cuando por la medular a dar explicaciones a la justicia y ha sido la persona que más daño ha hecho al partido socialista. En el próximo capítulo más referencias
No sé quien es ese que utiliza mi nombre para injuriarte. Ahora te digo Marcos una cosa, como decía Don José Molina Aldana, "que hablen de uno aunque sea bien". Pues tienes suerte, Marcos, están hablando de tí, incluso algún cagón utiliza mi nombre. Un abrazo.
Hola, hay un tipo que está utilizando mi nombre, y es falso. Yo soy el verdadero Guillermo León Fernández. Ese que se apellida Russo no se quien es
¡Jejejeje! No me hagas reír que se me parte el labio.No piensas, luego no existes.

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