Jaime Puig

La Cámara que no representa a todos

Ocho años, dos mandatos, han bastado para que la euforia inicial que siguió a la consecución de la independencia de la Cámara de Comercio se haya tornado en práctica indiferencia entre ciertos sectores del empresariado insular, cuanto no directamente en desapego. Próximo a cumplirse el plazo de la segunda legislatura las voces del desencanto ya no se ocultan. Es el caso de Agustín Márquez, miembro, ausente, del plenario: “Hace dos años que no voy por allí, es que ni abro los correos que me mandan”, asegura sin disimular su decepción por el modo en que se gestiona la Cámara.

En términos parecidos de desilusión se expresa uno de los históricos en la consecución de la independencia cameral, que prefiere no hacerse visible y que tampoco participa ya de las decisiones plenarias. “No es demasiado operativa en este momento”, subraya, para añadir que “antes  la Ejecutiva se reunía una vez al mes y el plenario una cada dos meses”, manifiesta en referencia al primer mandato del organismo cameral. “Ahora creo que es cada seis meses”, concluye.

Márquez es más vehemente: “Eso (la Cámara) no sirve para nada. Para concursos de escaparates y boberías similares”. El histórico empresario de Harinera Lanzaroteña se hartó de la Cámara “cuando decidieron dejar de defender al empresariado de Lanzarote para empezar a justificar todo lo que venía del Gobierno de Canarias”.  “Ahora es una asociación”, dice Márquez, “en donde cada uno va a lo suyo”.

Otra de las cuestiones que echa en falta el miembro del Pleno cameral que prefiere no dar su nombre son las acciones exteriores. “En nuestro primer mandato realizábamos continuas misiones comerciales al exterior en busca de oportunidades de negocio. Abrimos no pocas puertas que aún hoy están siendo aprovechadas. Pero eso no sólo se hacía por ser atractivo para los empresarios locales: es obligación que el 60% de los recursos se destine a este tipo de misiones, algo que en la actualidad no sucede”.

Cerrada a un pequeño círculo de empresarios, aislada del pequeño comercio local, sin despertar mayor interés por su nula capacidad de influencia en los centros de poder autonómico, alejados aquellos que en su día hicieron frente a José Torres en las pasadas elecciones, caso de Santiago Díaz, Manuel Viera, Honorio García Bravo,  Federico Toledo o el propio Agustín Márquez, entre otros, y sin comicios a la vista, no al menos hasta que haya concluido el proceso de la nueva Ley Básica de las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación, la institución que tantos esfuerzos individuales y colectivos precisó para emanciparse del poder provincial “vive hoy en un palacio de cristal a las afueras de la ciudad”, sentencia Márquez a modo de metáfora.

Comentarios

Nuestra empresa ha sido la primera en toda la historia de la isla de Lanzarote, contratada por un departamento de la Universidad de La Laguna, para mostrar a estudiantes de ciencias sociales nuestro modelo de gestión (innovador y pionero en la isla) y las nuevas posibilidades de trabajo desde un enfoque emprendedor. La Cámara ni se enteró, y por qué? por que están a otras cosas.Nunca la Cámara ni nadie relacionado con ella nos ha dado ni siquiera una información medianamente valiosa. Nos llenan el correo con plástico y acciones sin ninguna relevancia, sin liderazgo, sin conocer a fondo la realidad de la empresa moderna ni las claves para armonizar ideas de sostenibilidad y gestión empresarial. A menudo las personas que te atienden poseen menos información (y motivación, por supuesto) que los jóvenes emprendedores que desean lanzarse. Tan mediocres que sólo pueden traer referencias de Barcelona o Madrid porque aquí al talento, ni "existe" ni se le espera. Al final ha servido para lo de siempre en esta isla, amancebar a niños y niñas de la pequeña y mediana burguesía, si, si, aquellos que estuvieron 15 años para sacar magisterio o similares y que al final acabaron en la sillita que papá consiguió en una de sus partidas históricas de ajedrez en el casino. Papá no está tan perdido como para dejar que su nene o nena dirija su empresa, para asegurar los enchufa donde sea, llámese cabildo, ayuntamiento, cámara de comercio, y cualquier otra institución inservible de esta isla de innovadores de te y pastas. bendita crisis!!!
Al comentario nº 1, si señor toda la razón; los que dirigen la cámara están preocupados por aprovechar su status en la misma para sus negocios: los tentáculos se extienden en aytos, cabildo etc.Más de lo mismo.. y si es verdad los que están trabajando en la cámara son hijos de... al igual que en el cabildo y aytos, se saltan todos los criterios de concursos públicos para la igualdad de oportunidades y lo único que hacen es colocar cada uno a los suyos...Que cansancio y que hipocresia solo existe el salvense quien pueda!

Añadir nuevo comentario