Tomás Silvera

El peso de una Toga

Mientras los representantes del pueblo soberano parecen estar en un patio del colegio, empeñados en erigirse cada cual en más indispensable que los demás para el bien de éste país, la señora Magistrada Samantha Romero asume con humildad y profesionalidad el mandato del artículo 117 de la Constitución, ese que nos dice que la justicia emana del pueblo, de todos nosotros. Sí, esa Constitución que nació del consenso de todas y de todos. Consenso que tan impensable es en éstos días parece.

Y a pesar que ese mismo artículo de la Constitución nos dice que la justicia se administra en nombre del Rey, la Magistrada se deja la piel en la ardua tarea de juzgar, con total independencia, y ajena a presiones, a ni más ni menos, que la hermana de la persona en cuyo nombre la justicia se administra.

Inmersa en tan magna tarea, debajo de esa toga, hay una mujer que probablemente antes de iniciar las sesiones de la vista ha tenido que hacer el desayuno a sus hijos, llevarlos al colegio, y que probablemente, tras la vista tendrá que ayudar a sus hijos a hacer los deberes, llevarlos al médico, o a sus actividades extraescolares; cómo si el caso Noos no fuera lo suficientemente complejo como para no poder dedicar ni un segundo a nada, ni a nadie más.

Esa toga de la Magistrada, lleva el peso de un Estado de Derecho que aun paralizadas Las Cortes, y con un Gobierno en funciones, funciona.

Dicotomías de la vida, si a la Infanta Cristina le llaman del colegio porque uno de sus hijos está enfermo, no le faltará quien se encargue de ellos. Si a la jueza Samantha le pasara lo mismo, no podría el Estado de Derecho esperar ni un segundo a que la madre que hay debajo de esa toga suspenda el juicio por ir a recoger a un menor al colegio. Menor que no entiende el peso y responsabilidad de la toga que lleva su madre en su puesto de trabajo, pues solo ve una madre. Sólo, y ni más ni menos, que una madre, que una mujer.

Magistradas, Fiscales, Abogadas, no en vano la palabra toga es del género femenino.

 

* Presidente de los Jóvenes Abogados de Lanzarote.

Comentarios

Justicia en nombre del rey.....es tan absurdo que es imposible que imparta justicia , si acepta monarquia niega la esencia democrática.

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