El ente público Puertos Canarios, que depende de la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, ha adjudicado la ampliación del muelle de Playa Blanca a la unión temporal de empresas formada por la constructora FCC y la compañía grancanaria Mosquera Carrasco, especializada en alquiler de maquinaria.

Las obras de ampliación del puerto de Playa Blanca salieron a licitación a comienzos de febrero pasado, con un presupuesto de 43,7 millones de euros. Hasta finales del mes de junio estaba abierto el plazo para presentar ofertas. La Consejería ha tardado medio año en resolver el concurso y adjudicar las obras.

A la licitación se presentaron, al margen de la de FCC, otras seis ofertas. De ellas, en tres concurrían empresas de Lanzarote, que al final se han quedado fuera del concurso: en una iban de la mano Tiagua y Horinsa, en otra participaba Lanzagrava y en otra Alquifer.

Al final, la Consejería ha optado por la oferta de Fomento de Construcciones y Contratas para ejecutar un proyecto alternativo al que sacó a concurso el Gobierno de Canarias, opción que se contemplaba en el concurso.

Así, mientras que la oferta que recibió mayor puntuación sobre el proyecto del Gobierno de Canarias fue la de Tiagua, Horinsa, Drace y Dragados, con una propuesta económica de 34,9 millones de euros, la oferta del proyecto “variante” presentada por FCC logró mayor puntuación y resultó la escogida por el Gobierno “por ser la más beneficiosa”, según se recoge en la resolución firmada por la consejera Ornella Chacón.

Presupuesto para 2016

En las cuentas de la comunidad autónoma para 2016, que este martes se aprobaron en el Parlamento de Canarias, se contemplan siete millones de euros para las obras de ampliación del puerto de Playa Blanca. Se trata de los mismos fondos que ya estaban recogidos para este año pero que no se han ejecutado por el retraso en la adjudicación de los trabajos.

Nueva dársena

Después de analizar hasta 26 alternativas durante más de una década, la ampliación del muelle supondrá un incremento de superficie de 75.000 metros cuadrados: 38.000 de lámina de agua abrigada y 37.000 en tierra. Se ejecutará una dársena exterior con estación marítima y 6.000 metros de superficie comercial mientras que el actual muelle se destinará a embarcaciones de recreo y deportivas, con 166 atraques frente a los 129 que hay ahora, con amarres pesqueros, deportivos y turísticos.