Los coches se han convertido en un problema en La Graciosa. Hay, casi, un coche por cada dos vecinos, aunque ese reparto no sea real, ya que muchos de los coches pertenecen a personas que tienen en Caleta de Sebo su segunda residencia. El exceso de coches es una evidencia, como también lo son los problemas medioambientales y de convivencia o pérdida de tranquilidad.

La Cámara de Comercio, como miembro del Consejo de la Reserva de Biosfera, ha solicitado que se proceda “a una mejor y más razonada limitación de los vehículos que puedan circular” y señala que el parque móvil “está afectando directa y significativamente a calidad y seguridad en el destino, además de encontrarnos ante lo que parece una situación de incumplimiento generalizado de la legislación y planeamiento de un espacio tan sensible”.

Pero el único problema con los coches no es por su exceso. También hay problemas por su ausencia. Los taxistas, los que trabajan con su vehículo transportando turistas, consideran que están siendo víctimas de esta situación, y que no son los causantes.

Desde enero se han endurecido los controles, o se han iniciado, ya que durante muchos años no se han llevado a cabo y el parque móvil de La Graciosa ha ido aumentando sin ningún control. Para transportar un vehículo hasta La Graciosa hace falta un permiso del Ayuntamiento de Teguise y subirlo en uno de los dos barcos que operan con mercancías desde Órzola, pero es evidente que se ha hecho la vista gorda durante mucho tiempo.

Teguise se propone reducir el número de vehículos que se ha disparado en los últimos años, y los taxis que transportan a turistas se quejan de las dificultades para trabajar

El resultado, ahora, es que el Ayuntamiento no da permisos para embarcar vehículos hacia La Graciosa, y dos de los taxis que viajaron a Lanzarote para pasar la ITV se han quedado en Lanzarote. “La Guardia Civil hace los controles pero las órdenes las da del Ayuntamiento”, dice Marcial Guadalupe, portavoz de los taxistas, que se queja de que ni el alcalde ni la concejal de La Graciosa han querido hablar con este colectivo. “No es culpa nuestra que haya tantos vehículos”, dice este taxista, que asegura que la mayoría de los coches son de gente que sólo pasa en La Graciosa diez o quince días al año, “y pagamos nosotros los platos rotos”.

En La Graciosa hay 14 vehículos autorizados para transporte público, pero las autorizaciones no se actualizan desde el año 2008, cuando se empezó a tramitar el Plan rector de uso y gestión del Archipiélago Chinijo. Guadalupe señala que los 14 vehículos son necesarios porque hay muchos turistas que quieren ir a las playas cada día.

En los últimos años se ha multiplicado el número de visitantes a la Octava Isla. Se ha pasado de los 300.000 visitantes del año 2010 a los más de 440.000 del año pasado. También se ha multiplicado el número de frecuencias de barcos y de excursiones. “Hay días, en verano o Semana Santa, que hay gente que se queda sin coche porque no damos avío”, dice Guadalupe.

La Cámara plantea que “no existe inconveniente en que se revise el planeamiento en vigor para garantizar que pueden ser autorizados todos los vehículos que realmente hagan falta (entiéndanse actividades económicas y vecinos con residencia permanente en la Isla)”.

En La Graciosa hay casi 300 coches pero solo 14 vehículos autorizados para transporte público. Las autorizaciones del Ayuntamiento de Teguise no se actualizan desde 2008

Hay mucha demanda para ir a Las Conchas, a la Playa del Ámbar o a Pedro Barba. De hecho, hay tanta que los taxistas aseguran que hay intrusismo y hay vehículos transportando turistas sin autorización.

Dicen que con esta situación se está obligando a que los coches no pasen la ITV por miedo a no poder volver. En Semana Santa hicieron un paro para protestar por esta situación. Señalan que en los últimos meses, la Guardia Civil les ha pedido los papeles hasta cinco veces y que en verano o en Semana Santa, que es cuando hay más coches circulando, los agentes “no aparecen”.

“Sólo aparecen cuando la gente se va”, dicen. Guadalupe destaca que lo que quieren es que se regularice la situación “y que nos dejen trabajar legalmente”, y asegura que entre sus planes está el de crear una cooperativa.

Coches eléctricos

La Cámara de Comercio propone que, en un plazo de cinco años, el parque móvil se transforme de vehículos de gasoil a vehículos eléctricos. Consideran que la medida es “perfectamente viable para la gran mayoría de vehículos existentes en la Isla que son de uso particular” y pide “solicitar a las administraciones locales que valoren la posibilidad de crear líneas de financiación específicas que incentiven y agilicen este cambio en el modelo de movilidad en la Isla de La Graciosa”. Guadalupe cree que ese cambio será muy difícil porque “para esos caminos hace falta un 4x4 o un Land Rover, no vale cualquier coche”.