En los bordes de la carretera de Tinajo había casi 1.200 palmeras. En el año 2010 comenzó su retirada porque el Cabildo empezó los trabajos de ensanchamiento de la vía, que pasó de seis a diez metros de anchura. La obra la hacía la Consejería de Obras Públicas, y en aquel año se dijo que aproximadamente un cuarenta por ciento de las palmeras estaban enfermas y habría que talarlas. El resto se iban a trasplantar. Finalmente la proporción se invirtió y se trasplantaron menos palmeras de las que se eliminaron.

Se decidió que unas se plantarían de nuevo en los bordes de la carretera, aunque más alejadas de la calzada, en un lugar que ya había dado alguna pista de que no iban a crecer. Para el resto se eligieron otras zonas de los pagos de Tinajo. Se contrató a una empresa especializada y se trasladaron durante ese año. El resultado es que no quedan más de treinta palmeras en pie de aquel palmeral que superaba el millar.

Se plantaron en media docena de lugares y no han arraigado en ninguno

Algunas se llevaron al Camino de las Betancoras. La imagen muestra el estado en que se encuentran. O bien la elección de un lugar poco idóneo o bien la falta de riego y mantenimiento han hecho que las palmeras no progresen. Un vecino de la zona señala que las palmeras se regaron los seis primeros meses “y ya está, después no se ha hecho nada”.

Otras se llevaron al antiguo vertedero de Tinajo. Cuando se eliminó el vertedero y se restauró la zona, se colocó un plástico entre los escombros y la superficie para evitar que la basura saliera de nuevo al exterior en caso de lluvia. Sobre ese plástico se plantaron las palmeras, que por supuesto no han crecido. En la explanada de Los Dolores las palmeras han tenido algún éxito pero sólo la mitad, aproximadamente, de las que plantaron. Tampoco creció la docena que se plantó en el cruce de la Montaña Rodeo, en Tinguatón.