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Las listas de espera, el daño colateral del coronavirus

La desescalada sanitaria se enfrenta a una “importante” demora principalmente en las intervenciones quirúrgicas, con unas 2.500 personas a la espera de entrar al quirófano en Lanzarote

Foto: Adriel Perdomo.
María José Lahora 1 COMENTARIOS 16/06/2020 - 06:59

El paso del coronavirus por las Islas ha ocasionado una demora significativa en las listas de espera, principalmente para intervenciones quirúrgicas. En enero de este año, antes de que la pandemia de la Covid-19 llegara para instalarse, el sistema sanitario canario presentaba importantes déficits.

La lista de espera para ser operado en Canarias acababa de aumentar en más de 1.000 personas en solo seis meses. La entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz, lo achacaba a razones presupuestarias. La Consejería sostenía entonces que el incremento se debía a que, en ese periodo, concretamente entre julio a diciembre de 2019, “no se dispuso, por imperativo legal, de fondos públicos suficientes para seguir derivando personas a centros concertados, una actividad que sí podrá retomarse con el nuevo presupuesto, el del ejercicio de 2020”.

Seis meses después de aquellas declaraciones, todos los planes presupuestarios se han ido al traste. La emergencia sanitaria ha desmantelado todo el sistema sanitario canario. Ni el presupuesto es el que era ni tampoco la Consejería, tras la sustitución de Teresa Cruz por Julio Pérez. Además, en una comparativa reciente a escala nacional se destapaba que Canarias es una de las comunidades con más días de espera para ser operado. El Archipiélago cuenta con una demora media de 133 días para una intervención quirúrgica.

Por hospitales, el lanzaroteño Doctor José Molina Orosa reflejaba según las últimas estadísticas oficiales unas cifras más que preocupantes, convirtiéndose en el segundo con mayor tiempo de espera (144,62) solo superado por el HUC de Tenerife, que registraba una demora de 175 días.

Con el estado de alarma sanitaria que se declaró a mediados de marzo, la actividad quirúrgica se redujo en el Molina Orosa a operaciones de urgencia, cáncer y a casos “que no podían esperar porque hubiera provocado daños graves en los pacientes”, señala el gerente del Hospital, José Luis Aparicio, que explica que la demora media se ha incrementado por el parón en las operaciones.

A principios de junio, señala Aparicio, la actividad quirúrgica se ha retomado a pleno rendimiento aunque, “obviamente, dos meses de inactividad repercuten en todo”. Los datos “crudos” indican que el primer día del mes había 2.499 pacientes esperando por una operación. Con todo, se trata de un 5,6 por ciento menos que en agosto del año pasado, cuando entró el nuevo equipo gestor. La espera para ser intervenido es ahora de unos 185 días de media.

“La mayor lista de espera era y sigue siendo la de traumatología”, señala el gerente del Hospital, quien indica que otras especialidades, como la del aparato digestivo, estaban “muy bien”, pero ahora hay que añadirle la demora del parón del coronavirus. “El objetivo es recuperar toda la actividad que se pueda y lo antes posible”, apunta.

Aparicio destaca que se ha contratado a un traumatólogo y es “posible” que se consigan dos más. También se ha contratado un médico intensivista, dos anestesistas, un neumólogo y se está buscando un endocrino. “El objetivo es contratar más especialistas para reducir las listas de espera”, destaca. Otro reto es abrir los quirófanos de forma habitual por las tardes, con más profesionales u horas extraordinarias.

Aparicio también destaca que en el Área de Salud de Lanzarote se ha contratado a más de 100 profesionales para abordar “específicamente” el aumento de trabajo por el coronavirus, tanto para la planta del Hospital donde se trata a los pacientes, como en los centros de salud, para cumplir con los nuevos protocolos de atención. Esos profesionales, asegura, “se van a mantener en la plantilla”.

El Servicio Canario de Salud ha bloqueado los meses de noviembre, diciembre y enero próximos para que todos los profesionales salgan de vacaciones antes y estén disponibles ante una posible segunda oleada del coronavirus. Mientras tanto, la asistencia sanitaria se encuentra también en proceso de desescalada.

Fidel Ascensión, portavoz de la Asociación de Pacientes y Usuarios de la Sanidad y Atención Sociosanitaria de Lanzarote hace un balance positivo de la actuación hacia los ciudadanos durante la crisis sanitaria, donde se han mantenido las consultas telefónicas y el seguimiento a los enfermos crónicos.

Desde la Asociación de Pacientes están dispuestos a ofrecer un margen para recuperar aliento en la desescalada sanitaria, pero sin bajar la guardia en la búsqueda de mejoras para la asistencia sanitaria en Lanzarote.

Fidel Ascensión expone una de las demandas en las que vienen insistiendo los pacientes ante la dificultad de disponer de nuevos especialistas, que sean los propios profesionales del Hospital de referencia, Doctor Negrín, quienes se trasladen a Lanzarote a fin de que pasen consulta algunos días a la semana para reforzar la atención en materias de oncología infantil y neurocirugía, entre otras. Esta medida supondría no solo mejorar la asistencia al paciente en su propia isla aprovechando los recursos existentes, sino también reducir los costes de traslados de pacientes y acompañantes.

Reforzar la atención primaria en los pacientes crónicos, como diabéticos o hipertensos, con los que se ha mantenido un seguimiento telefónico durante el confinamiento, para darles prioridad y que se descongestione la red hospitalaria, es otra de las peticiones de la asociación.

Además, Ascensión considera que existe una “infrautilización en atención primaria”. “Queremos que haya una dotación de aparataje, herramientas sanitarias básicas, en todos los centros de salud o zona básica de salud”, señala.

Otra de las informaciones que avalan sus peticiones es conocer que, desde la propia Gerencia de Lanzarote, se les ha comunicado que “cuando más presupuesto tiene la Consejería de Sanidad es ahora mismo, según palabras textuales del gerente. Si es así, Lanzarote no puede quedar en el vagón de cola de la sanidad canaria”, añade el representante de los pacientes lanzaroteños.

El portavoz del colectivo de pacientes recuerda que la Isla tiene que soportar una población de 150.000 residentes, más los turistas, a los que hay que darle cobertura sanitaria. “Si Lanzarote es la tercera isla que más aporta a las arcas de la comunidad autónoma canaria, por qué es la más perjudicada en este tema”, se pregunta. Ahora toca planificar la asistencia sanitaria para agilizar estas listas de espera, comenta Fidel Ascensión, que comparte propuestas como dobles turnos o la contratación de más personal.

Hospital Universitario

Una de las demandas de la Asociación de Pacientes ha sido incrementar el nivel asistencial del Hospital Doctor José Molina Orosa para dotarlo del estatus que le corresponden como tercera isla de canaria y, de esta forma, recoger un mayor presupuesto autonómico, una mayor cartera de servicios y más camas con lo que se mejoraría la calidad asistencial. La fórmula que baraja la Consejería de Sanidad, según transmitió el gerente, es la de conferir al centro hospitalario lanzaroteño la categoría de Hospital Universitario.

La propuesta de los pacientes va más allá: “Nosotros llevamos el estandarte de la creación de una nueva sede hospitalaria. Lo que queremos para Lanzarote es que el Hospital Insular sea una verdadera residencia de mayores, y que el Hospital Doctor José Molina Orosa sea una unidad de enfermos crónicos y subagudos, con unidades de hemodinámica, oncología y geriatría. Ampliar el que está no es la solución. Es un edificio obsoleto y ya urbanísticamente consolidado”. También destaca lo vital de contar con un helipuerto para el traslado interhospitalario, del que ya disfruta la vecina isla de Fuerteventura.

Búnker de radioterapia

Carmensa Arrocha de Afol (Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote) comenta que todos los pacientes, no solo los oncológicos, han vivido con preocupación la paralización de consultas y tratamientos con motivo de la emergencia sanitaria. Comprende que el covid-19 “nos ha dejado desorientados”, pero que existen muchas enfermedades más y todas tienen que ser atendidas, sin embargo, “algunas se han dejado de lado”. Ahora están a la espera de que se normalicen las consultas externas.

“En Afol estamos preparados para empezar y con mucho ánimo para afrontar esta nueva normalidad en la que deben retomarse los tratamientos, diagnósticos e intervenciones, porque sé que hay pacientes que se encuentran en suspenso, después de que haya quedado todo aplazado”, señala Arrocha.

La fórmula que baraja la Consejería de Sanidad es la de conferir al centro hospitalario lanzaroteño la categoría de Hospital Universitario, pero la Asociación de Pacientes va más allá: “Llevamos el estandarte de la creación de una nueva sede hospitalaria”

Con respecto a los traslados al hospital de referencia, describe la situación como “desesperante” ante la disponibilidad de un único vuelo al día, lo que ha provocado dificultades para desplazarse y largas estancias en el aeropuerto. Muestra su preocupación en cuanto a la situación del Hospital Doctor Negrín, que saben “está saturado” y temen que esto suponga un retraso más en la atención a los pacientes de Lanzarote.

Afol, que no ha perdido contacto durante el estado de alarma con sus afiliados, ha retomado el trabajo presencial para “estar al pie del cañón” con la intención de seguir ayudando a pacientes y familiares.

Arrocha muestra su preocupación por las altas cifras de afectados en Lanzarote. Atendiendo a la base de datos, que han podido actualizar con motivo del estado de alarma, Afol cifra en 2.000 pacientes oncológicos los que han pasado por la asociación, a los que habría que añadir a los familiares y que representa sólo el 40 por ciento de las que padece alguna enfermedad oncológica. Sólo en el último año, Afol atendió a 400 personas.

Una de las demandas más ansiadas por el colectivo de pacientes es el búnker de radioterapia del que ya tenían que haber empezado las obras, aunque como muchos otros recursos sanitarios, ha quedado aplazado. Carmensa Arrocha insiste en la necesidad de esta unidad en Lanzarote que “no solo sirve para enfermos de cáncer sino que tiene otras muchas aplicaciones”, como el estudio de enfermedades, tales como neumonías.

Las asociaciones de pacientes se enfrentan además al cambio en la dirección de la Consejería de Sanidad, que, junto con Educación, ha sido una de las áreas que más ha sufrido a nivel político los efectos de la pandemia. Al respecto, Carmensa Arrocha, comenta que “todos los cambios políticos llevan unas consecuencias” y confía en que todo siga su curso y no suponga un reinicio de los avances logrados con la administración hasta ahora. “Hay que seguir avanzando y, sobre todo, en sanidad y educación”, concluye la presidenta de Afol.

Atención asistencial

Manuel Ruiz presidente de la Asociación de Familiares de enfermos de Alzhéimer (AFA) recuerda que el medio centenar de usuarios del centro día se encuentran a la espera de que se autorice su reapertura para volver a atenderles de nueve de la mañana a seis de la tarde y que hasta entonces tienen que permanecer en sus casas. “Sabemos que las familias están cansadas, pero volveremos a abrir cuando puedan acudir todos los usuarios, a no ser que nos digan que se va a realizar la reincorporación de forma programada y por fases”.

En este sentido, señala que la reapertura si fuera por fases podría realizarse de manera pautada por las denominadas “casas” del centro de día, tres estancias de tratamiento que atiende entre 15 y 20 pacientes. Afa cuentan con todo el personal a la espera de poder volver al trabajo, aunque prefiere no adelantar una posible fecha de reapertura porque “es momento de actuar con prudencia y quién tiene que marcar la pauta es la autoridad sanitaria”. También sigue en suspenso el servicio de atención a domicilio.

Mientras tanto, mantienen un servicio mínimo “en casos muy específicos” para la atención en domicilio para seis de las familias que no pueden acudir al centro de día con la idea de “mantener cierto soporte y apoyo para estos familiares y, por supuesto, con todas los protocolos sanitarios”.

El programa de acompañamiento se ha podido recuperar y desde el 1 de junio han puesto en marcha un programa de promoción de la autonomía para una veintena de personas. También el programa de envejecimiento activo se ha vuelto a poner en marcha. A través del mismo atienden a 200 usuarios que cognitivamente se encuentran en buen estado. Para su desarrollo, sin embargo, deben hacer uso de las nuevas tecnologías a fin de llevar a cabo acciones telemáticas para la realización de actividades cognitivas y físicas en las que participan una pedagoga, un técnico en ciclo superior deportivo que marca las pautas físicas a través del WhatsApp y una psicóloga.

En cuanto al centro residencial de AFA, Manuel Riuz señala que se ha podido “volver a la normalidad”. Comenta el trastorno que supuso el cierre después de que dos usuarios dieran positivo en coronavirus y tuvieran que ser trasladados y puestos en cuarentena en uno de los apartahoteles que el Cabildo de Lanzarote reservó para este cometido en Puerto del Carmen.

Afortunadamente, las dos personas afectadas están totalmente recuperadas y la atención en materia de prevención es muy exhaustiva. Lo que permite que, a día de hoy el centro residencial, mantenga su actividad habitual con el desarrollo del programa terapéutico, si bien las salidas programadas se encuentran en suspenso.

El centro residencial, con capacidad para 24 usuarios, cobija en la actualidad a 23 personas. Según explica Manuel Ruiz, la habitación libre está reservada y preparada, como medida preventiva, por si fuera necesario actuar ante la aparición de un posible foco de contagio.

Comentarios

No sabía que el Coronavirus había existido siempre.

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