Hace más de seis años que Tito García, de 38 años, falleció dentro de su casa de la calle Timbayba, en Titerroy, cuando se le desplomó el techo. Eso llevó al desalojo de su vivienda y a la revisión de otras tantas, en el mismo barrio, y también se sumó Valterra. Se incluyeron más de cien casas en un programa de rehabilitación integral con fondos del Gobierno central que aún no se ha puesto en marcha.

El objetivo es el de derribar las casas que están en mal estado y construir otras nuevas. Mientras tanto, en este tiempo, ha habido cinco desalojos más porque las casas corren peligro de caerse.

Por la tardanza, por la desconfianza o por ambas cosas, los vecinos comienzan a estar hartos y a no creer en la rehabilitación. Algunos, que se apuntaron para formar parte de ese programa, ya no están interesados y el Ayuntamiento está sondeando a otros vecinos por si quieren apuntarse al proyecto. El asunto no va a ser fácil porque el derribo de unas casa implica el de otras, se quiera o no, porque las paredes o los techos, son comunes.

En la última comisión informativa municipal, el grupo de gobierno anunció que se iba a suspender el contrato con la oficina de gestión de ese proyecto, la que tramita todo, “por discrepancias”, según señala Joel Delgado, portavoz del PP en el Ayuntamiento, que asegura que hace años se reunió con “116 vecinos en tres semanas y había un 77 por ciento que estaba de acuerdo, y ahora dudo de que haya tanta gente”.

En estos años se ha desplazado a seis vecinos de Titerroy, con orden desalojo por el mal estado de su vivienda. Los vecinos se buscaron una nueva casa y el Ayuntamiento se comprometió a pagar el alquiler hasta que la situación se resolviera.  Sin embargo, hace cinco meses que no paga los alquileres. La concejal de bienestar social, Eva De Anta, reconoce la situación y pide disculpas. “Hay retraso y debo pedir disculpas, pero hay que actualizar la ordenanza y la convocatoria”.

El Ayuntamiento de Arrecife está revisando los expedientes de las casas con orden de desalojo por riesgo de derrumbe

En esa situación se encuentra Candelaria, la madre de Tito, que aclara que, aunque el contrato está a su nombre, quien se debía encargar de pagar era el Ayuntamiento, así que el más perjudicado es el propietario de la vivienda alquilada. Asegura que los dueños le han dicho ya “que fuera buscando casa” y “a ver dónde voy yo”, dice.

Todos los vecinos desalojados están en la misma situación, excepto una, que asegura que “los caseros están agotados”, pero que en su caso es ella la que está abonando el alquiler al propietario, que no quiso hacer el contrato con el Ayuntamiento porque no se fiaba. A esta vecina, el Ayuntamiento ya le debe casi 2.000 euros y se tuvo que ir de su casa a pesar, dice, de que “solo era una habitación la que estaba mal, el resto estaba bien”. Ahora no quiere saber nada más de papeles porque le estaba afectando a la salud.

El Consistorio capitalino ha dejado de pagar el alquiler desde hace cinco meses a los vecinos desplazados

La concejal Eva de Anta señala que se están revisando todos los expedientes porque ahora hay otra técnico municipal encargada de ellos y está actualizando los datos de las familias, porque algunas ya llevan varios años de alquiler. “No había convocatoria y hay que actualizar, revisar la documentación, que ha caducado, y también hay que hacer otra visita a las casas para ver si todos tenían o no orden de desalojo y en qué estado se encuentran las viviendas”, señala la edil.

Ahora las familias tienen que presentar de nuevo la documentación y se girará una inspección a las casas. Mientas tanto, y a la espera de se caigan el resto de las casas, se seguirá tramitando el proyecto de rehabilitación integral, que tiene presupuesto desde hace años del Gobierno central.