El Cabildo de Lanzarote celebró el acto solemne de la distinción honorífica e institucional como ‘Hijo adoptivo’ a Agustín Pallarés Padilla, con una velada en la que no faltó la picardía del distinguido ni las palabras de halago a su "vocación de aprendizaje".

Familiares, amigos y autoridades se dieron cita el jueves por la noche en el Salón de Actos del Cabildo para arropar a  Agustín Pallarés en el día en que Lanzarote le tomaba como hijo adoptivo por su incansable labor histórica, cultural y turística, "un isleño activo de los que se necesitan" como apuntó el biólogo Ignacio Romero, el encargado de hacer una semblanza de la vida de Pallarés.

Agustín Pallarés nació en 1928 en La Oliva, Fuerteventura. Hijo y nieto de torreros, también se dedicó a esa profesión. En Alegranza empezó a amar la lectura, los idiomas, y fundó la primera piedra de lo que sería una vida dedicada a la investigación.

De su experiencia en la citada isla publica en 2013 la obra "La isla de Alegranza", una crónica poliédrica que va desde la toponimia hasta la fauna y la flora pasando por los distintos propietarios que ha tenido la isla durante su historia.

Pallarés ha subido a todas las montañas de Lanzarote, unos 200 conos volcánicos. De ahí su inspiración para rescatar los más de 1.500 nombres de lugares de la isla que tiene recogidos en el Diccionario de Topónimos de Lanzarote, una obra publicada en 2014.

También ha elaborado multitud de artículos en prensa local e internacional y ha participado jornadas científicas, foros, charlas, además de ser uno de los primeros guías turísticos de la isla, con carné oficial desde 1979.

El nombramiento de Agustín Pallarés como hijo adoptivo de Lanzarote tiene su origen en el pasado 13 de noviembre durante la distinción como "Memorialista 2015" por la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias que "me llevaron a proponer la declaración que hizo el pleno de la Corporación el 26 de febrero como Hijo Adoptivo de Lanzarote, con la misma condición porque así lo es, de Hijo Predilecto", apuntó el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés.

San Ginés agradeció al homenajeado que "se haya involucrado de tan afortunada manera en la pedagogía que permite a los insulares adquirir los conocimientos que nos habilitan hablar con propiedad acerca de nuestro amplio bagaje cultural y de nuestra isla en general".

Pallarés agradeció el nombramiento y tildó, con picardía, de "un poco exagerados" los halagos. También hubo momento para hacer coprotagonista de esta distinción a su esposa, Rosario Lasso, "el pedestal de mi vida", dijo. Además, Pallarés anunció que sigue trabajado en la investigación y tiene obras "pendientes de publicación".